La Iglesia Parroquial está dedicada a la Purísima Concepción, de templo pequeño y que consta de una nave corintia, con altares dorados y regulares pinturas.
Se convierte en un elemento esencial del paisaje en Vall o en Algimia de Almonacid, enmarcado en este conjunto natural con las Sierras de Espadán y Calderona. Nuestra inquietud es grande, por llegar cuanto antes allá arriba y formar parte de su espacio físico.
Continuamos por la carretera en Vall y vemos la Fuente de la Rodana (Año 1963), que ha sido objeto de violencia por algún vándalo, un balcón ornamentado con los colores del arco iris en forma de hortalizas y el Palacio Ducal, mientras nos dirigimos hacia el río, cruzamos el río Chico y pronto constatamos los efectos del frío en forma de escarcha en las huertas y en los automóviles aparcados en el Valle, junto a las casas. La escarcha está por doquier y la estampa de una balsa de riego es fantasmagórica, pues la condensación del frío y la humedad provocan una molesta bruma que nos resta cierta visibilidad.
Atravesamos por terrenos de cultivo: frutales como el cerezo y árboles como el almez, que por su dureza y flexibilidad sirve para bastones y mangos de herramientas.
Nuestra emoción va en aumento, pues presidiendo este espacio natural y privilegiado vemos la impresionante Torre del Homenaje. Casi diez siglos nos contemplan...que han sido testigos de la historia del Valle y de sus gentes.
Accedemos al Castillo de Almonecir, por el antemural o barrera, que es por su lado Este, su origen es musulmán (siglo XII-XIII) , la Torre del Homenaje con unos muros que superan los 18 m de altura, con su Aljibe restaurado, restos de lienzos de murallas y torres auxiliares que lo defendían, Albacar, Patio de armas, Adarve, conforman una riqueza patrimonial inmensa. Nos movemos de E a O y de N a S, no queremos dejarnos nada sin ver y observamos las dos poblaciones que se rinden a sus pies, Vall y Algimia de Almonacid, huertas bien cuidadas, el cauce de la Rambla de Algimia o río Chico - con cultivos de cañas - y el perfil de la Sierra, con el pico de la Rápita, la prolongación del Valle de Almonacid y en su margen izquierdo se ven los restos de la Torre de la Alfándiga.
Una vez recorrida la superficie del Castillo, decidimos tomar alguna pieza de fruta y descansar, para acto seguido ver el Aljibe - restaurado y a modo de museo con piezas extraidas mediante excavaciones - y dedicamos todo nuestro tiempo a ver la Torre del Homenaje, por dentro y por fuera - hay un amplio reportaje fotográfico al uso.
Nos cuesta abandonar el Castillo pero debemos continuar con nuestra caminata, así que descendemos por la senda y no podemos evitar girar nuestras cabezas para despedirnos por penúltima vez de él, con un hasta pronto...
Olivos, olivos y olivos, campos de olivos a nuestro alrededor, magníficos ejemplares y otros mas jóvenes, no en vano este árbol constituye un recurso importante por la calidad del aceite que se obtiene de él.
Pasamos cerca de Algimia de Almonacid - le dedicaremos una ruta mas adelante - alcanzamos el cauce del río Chico y nos dirigimos a nuestro punto de origen: Vall de Almonacid.
Recorremos sus calles y vemos una placa de azulejo " In Memoriam" , subimos unas escaleras empinadas que al final nos llevan a la Plaza de la Iglesia, Ayuntamiento y Palacio Ducal, para salir del pueblo en dirección descendente hacia la carretera a buscar el vehículo que nos llevará cerca de las estribaciones de la Torre de la Alfándiga - torre que formaba parte del sistema defensivo y de vigilancia del Castillo de Almonecir, con el que se comunicaba mediante señales luminosas.
Senderistas: Vicente Gimeno y el autor.
Sin incidencias a excepción hecha del frío que hemos pasado esta mañana.
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