domingo, 24 de agosto de 2008

A Suera Alta desde Benitandús

La descripción de la ruta de esta semana es la siguiente:
Benitandús - Sueras - Suera Alta - Font de Castro -Font de L´Avellaner - Calera - Órganos de Benitandús - Benitandús
Benitandús, es una aldea a 3 Km al NE de Alcudia de Veo, a cuyo término municipal pertenece y situada al pie de un elevado monte, enclavada en la Sierra de Espadán y situada geográficamente en la cola del Embalse de Benitandús o Embalse de Onda.
En el censo de habitantes del año 2001, tenía 2 habitantes. Actualmente su población es estacional.
Llegaremos tras recorrer en coche unos 8 Km desde Onda, por la CV-223, en dirección a Alcudia de Veo; pasado el cruce con Tales y a la izquierda de la carretera, entre
chopos y eucaliptos que nos van anunciando de su proximidad.
Un estrecho puente, con barandilla metálica nos permite el acceso a un desolado y desvencijado claro que en su día fue la plaza del pueblo de Benitandús que es donde dejamos aparcado nuestro vehículo.
Cruzamos el puente conocido y salimos a la carretera, veremos marcas de sendero PR (Pequeño Recorrido, color amarillo y blanco) y por el arcén izquierdo, en dirección a Tales, a unos 300 m, a nuestra izquierda y hacia arriba, veremos nuestra senda pedregosa con marcas de PR en su inicio.

Comienza una dura ascensión tan de mañana..., las vistas del Embalse de Benitandús con el Sol iluminando y reflejando desde el Este son magníficas. La senda se bifurca ante un poste de madera con flecha direccional rechazando la senda de la izquierda y hacia arriba - ya conocida - y que nos llevaría a los Órganos de Benitandús para continuar la senda que llevamos y que nos dejará en Sueras.
En progresiva ascensión se marcha por esta senda que transcurre por la ladera de la montaña y que nos permite ir observando la bella estampa que supone la frondosidad formada por los pinos y la rica vegetación que como un manto cubren la superficie de la tierra por estos lares. El Embalse de Benitandús se nos va despidiendo pues va quedando allá abajo y a nuestra derecha cuando un elegante enebro nos recibe junto a la senda que muy pronto nos llevará a un pequeño repecho.
Se pueden ver las marcas del PR en una roca y poste de madera con flecha direccional que nos indica nuestra correcta dirección. Así pues continuamos nuestra caminata obedeciendo las marcas por una senda pedregosa que nos llevará sin confusión hasta un cruce de pistas - el Castell de Mauz se divisa desde esta encrucijada - donde debemos girar a nuestra derecha y hacia abajo hasta alcanzar un camino asfaltado que nos llevará a Sueras (da la circunstancia de que Sueras está en fiestas en honor a la Virgen de Agosto y las calles están engalanadas con gallardets y los pocos vecinos que nos encontramos a nuestro paso están apurando la noche...)

Entramos en Sueras y por la primera calle a la izquierda nos desviamos hasta encontrar una cruz en memoria a un fallecido y a su lado un poste de madera con flechas direccionales que ya nos sacarán del pueblo hasta un nuevo camino asfaltado que se desvía hacia la derecha - el Castell de Mauz enfrente - para llevarnos al barranco de Pedralba que cruzaremos para ascender por una pedregosa y estrecha senda junto a una empalizada que nos conducirá a un camino que se desvía a la derecha y hacia arriba ante un nuevo poste de madera con flechas direccionales que nos informan ya de Suera Alta.

Junto al poste se inicia un camino empedrado que nos recibe como un buen anfitrión y que nos acompañará hasta los restos del poblado de origen medieval de Suera Alta, considerado como el primer asentamiento del actual municipio de Sueras (Suera Baja).

Camino que zigzaguea al borde del barranco y que va ganando altura (cuidado y especial atención con los niños junto al cortado del barranco) y como no podía ser de otra manera el Castell de Mauz, señor y protector de estas tierras, se deja ver con su elegancia y poderío como testigo de nuestra respetuosa presencia.

Observamos al llegar que su estado es de ruinas, sorprendiendo que aún se mantengan en pie los restos de casas con sus resistentes arcos, los restos de un molino y posiblemente parte de las edificaciones que, en su día, formarían la plaza de Suera Alta que es lo primero que se ve al llegar al despoblado.

Es un lugar tranquilo y solitario que invita a disfrutar de la quietud reinante.
Visitamos hasta los últimos rincones de Suera Alta ya que nuestra emoción es grande por poder conocer estas ruinas e intentar comprender su historia y lamentable abandono que no olvido, pues la noche anterior a nuestra llegada, desde Sueras se ha hecho una romería en reconocimiento a sus orígenes, culminando en una cena de pa i porta en la magnífica área recreativa y descanso que es la Font de Castro (según nos informa un veterano senderista de Sueras con el que coincidimos).
Magníficas vistas desde Suera Alta nos permiten tomar buenas fotografías y en eso estábamos cuando nuestro compañero Jorge Vidal nos llama pues por el Camí Vell está cruzando un jabalí (posiblemente se ha arriesgado para beber) instantánea que llegamos a realizar. Fueron momentos de sorpresa y alegría para nosotros y fué la anécdota de la jornada.

Despoblado cubierto por la espesa vegetación y densos bosques de pinos que le rodean, como queriendo volver a adueñarse del territorio que le pertenecía antes del asentamiento y desde hace siglos.
Suera Alta como ocurrió con Xinquer y otras muchas poblaciones es un claro ejemplo de abandono del mundo rural. Fenómeno demográfico ocurrido a finales de los años 1950-1980, por la emigración masiva de la población rural buscando unas mayores oportunidades de vida; esto se tradujo en un éxodo de la población rural del interior de la montaña hacia las grandes ciudades que presentaban un importante reclamo de calidad de vida frente a la precaria vida rural de la época.

Suera Alta a mediados del siglo XIX llega a tener 20 casas con una población de 50 personas y una capilla bajo la advocación de San Bartolomé, según tenemos el privilegio de que nos informe un vecino de Sueras.


Abandonamos Suera Alta bajando por el camino empedrado ya conocido hasta el poste de madera anterior y que nos señala por donde ir a la Font de Castro, se trata del Camí Vell, que nos permite a nuestro paso ir viendo a nuestra izquierda y abajo el camino asfaltado - Camino de Pedralba - que también lleva a la Font de Castro junto al barranco y unas magníficas peñas. Por el Camí Vell pronto alcanzamos un paraje natural con unas buenas instalaciones que acondicionan un área de descanso y zona de merenderos junto a la Font de Castro (417 msnm) que con sus 16 generosos caños nos permitirá, además, disfrutar de la calidad de su refrescante agua muy conocida por la zona.
Es el lugar perfecto para descansar, refrescarnos y tomar algo de nuestras mochilas.
Reanudamos nuestra caminata buscando la pista forestal y poste de madera con flecha direccional - Fonts de Pedralba - para ir remontando por la misma hasta que nos encontramos un nuevo poste que nos informa de la Font de L´Avellaner (515 msnm) a pocos metros de nuestro camino, a la izquierda y hacia adentro en un paraje umbrío y muy fresco brota entre las rocas y el musgo esta idílica fuente. Una intuitiva senda la flanquea y remonta hasta que enlaza con la pista forestal que habíamos abandonado antes, pista forestal que nos deja en la Masía de la Campana (610 msnm) junto al Olivo de la Campana de 200 años.
Como es tradición hay que tocar la campana para que dé suerte al caminante..., esta curiosa campana que hoy en día está colgada de la Masía está realizada con los restos de una bomba de avión que cayó por este lugar durante la guerra civil y que no llegó a explotar.
Cumplimos con la tradición una vez más y observamos que hay un poste con flechas direccionales de la GR-36 (sendero de gran recorrido que cruza el corazón de la Sierra de Espadán, indicándonos la dirección de Alcudia de Veo, Veo, Villamalur y Torralba del Pinar).
Como queremos regresar a Benitandús por aproximación hay que ir en dirección hacia Alcudia de Veo. Una senda con fuerte desnivel y flanqueada de helechos y con piedras sueltas quiere disuadirnos en este difícil tramo hasta que alcanzamos el Alto de Pedralba (716 msnm).
Si continuamos recto y hacia abajo nos llevaría a Alcudia de Veo por lo que rechazamos esta opción y nos desviamos hacia la izquierda por una cómoda senda entre elegantes pinos y muchos enebros hasta que llegamos al Horno de Cal (Calera) y sin desviarnos vamos descendiendo con mucho cuidado por un desfiladero rocoso de fuerte pendiente que nos llevará por el Barranco del Alcornoque y fuente y balsa de riego del mismo nombre hasta la carretera y muy pronto y hacia Tales llegaremos a Benitandús en una dura y larga ruta circular.
Senderistas: Vicente Gimeno, Jorge Vidal y el autor.

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