Desde el collado de la Nevera de Algimia cruzamos la carretera que nos ha traído hasta aquí y ya podemos ver una pista de tierra que va ascendiendo amablemente, denominada pista Punta del Gordo, hasta que nos encontraremos con una bifurcación de la misma (he colocado una fita de piedras) siendo la de ida hacia la izquierda.
Cuando regresemos volveremos a encontrar esta misma fita de piedras a nuestra derecha.
Seguiremos las marcas del PR (blanca y amarilla) por una estrecha senda, hermosamente adornada a sus lados, por la abundante vegetación.
Nos acercamos al collado de las Dos Tetas (856 msnm). Se trata de dos montículos simétricos que parecen lo que su nombre indica haciendo volar un poco la imaginación. Al aproximarnos al primer montículo, que está en línea recta a nuestra ruta, vemos los restos que quedan de un nido de ametralladoras con piedras (no está fortificada). A nuestra derecha podemos observar una intuitiva senda que a corta distancia nos llevará a la segunda Teta, donde en su cumbre se encuentran los restos de cuatro búnkers unidos por un parapeto con troneras, que ocupan los laterales y la cima.
Nos encontramos, querido lector, ante los restos de la línea que defendía posiciones de SE a NO y que continuaba entre los vértices de Espadán hacia la Rápita, siguiendo la linea divisoria entre los municipios de Algimia de Almonacid y Alcudia de Veo. Esta línea se denominaba XYZ o "Línea Matallana", y que se instauró durante mas de un año en la zona, consistiendo en un sistema de fortificaciones, trincheras y otras edificaciones defensivas que formaron el frente mediterráneo desde Almenara (Castellón) hasta Santa Cruz de Moya (Cuenca) y que pretendían frenar la ofensiva en el verano de 1938. No es de extrañar pues, que en la Sierra de Espadán, surjan por el camino tantos restos de trincheras abiertas y en diferentes posiciones aprovechando las particularidades del terreno y siempre en dirección al pico Espadán.
Con todo nuestro respeto por lo que representa terminamos nuestra visita en silencio y volviendo sobre nuestros pasos, reanudamos la ruta, en línea recta y cresteando por el collado hacia la Rápita.
El castillo del Xinquer nos saluda a nuestro paso (mas tarde le devolveremos el saludo cuando estemos mas cerca de sus dominios). La frondosidad de los pinos y la densidad de la vegetación nos envuelven y en umbría vamos ascendiendo en progresivo desnivel hasta que alcanzamos el Alto de los Cubos (1.074 msnm) que nos permite ir divisando las carrascas que coronan la cumbre del pico de la Rápita (1.106 msnm). Riscos de rodeno y carrascas en el pico de la Rápita conforman junto al espectacular paisaje que dominamos una bella estampa que no se olvida.
Descendemos de la cumbre en dirección NE hasta alcanzar el collado de Villamalur (900 msnm) donde hay un cruce de sendas. La nuestra es hacia la derecha y pasamos junto a los restos de una trinchera que dejamos a la izquierda; la senda está bien trazada y no ofrece dificultad en la bajada buscando los Cuatro Caminos (850 msnm) que es un cruce de caminos que lleva a Algimia de Almonacid, Matet, Villamalur y Alcudia de Veo. Hermosos campos de cerezos nos relajan la vista mientras seguimos recto al camino que llevamos y que pronto nos dejará junto a la Nevera de los Cuatro Caminos (880 msnm) situada a los pies del monte Pina en la Sierra de Espadán y término municipal de Villamalur.
También llamada Nevera de Gimeno, labrador de Villamalur y probable propietario de la misma de acuerdo a los documentos con que la nombra.
Se trata de un pozo de nieve o nevera sin bóveda con una planta circular de 11 m de diámetro que tenía dos arcos paralelos para sostener el techo pero sólo queda en pie un arco de medio punto, del otro arco sólo quedan sus apoyos en las paredes. Se puede observar como la argamasa que une las piedras va desapareciendo con el paso del tiempo lo que puede provocar derrumbes en la misma.
Regresamos al cruce de los Cuatro Caminos para continuar hacia abajo por la pista hasta que nos encontraremos una bifurcación, es el momento de torcer hacia la derecha (no seguir recto) para buscar el barranco de la Juliana donde nos sorprenderá un pequeño bosque de castaños en las proximidades del despoblado del Xinquer. Es importante este bosquecillo porque no es posible encontrar una masa forestal similar a ésta en toda la Comunidad Valenciana, estimándose que algunos ejemplares son bicentenarios.
Saludamos, ahora, al castillo del Xinquer mientras tomamos la pista de la derecha y hacia arriba en un desvío de la misma. Hay marcas poco perceptibles pero nuestra orientación es correcta, pasamos por unas colmenas y a la derecha hay una senda que desciende para remontar bruscamente en zig zag por la ladera de la montaña y que con fuerte pendiente nos llevará hasta el primer cruce de esta mañana junto a la fita de piedras colocada con este fin.
Desde aquí al collado de la Nevera cruzando la CV-215 donde finalizamos esta magnífica ruta circular.
Coincidimos con el retén de bomberos en el área recreativa del collado y nos refrescamos con el agua de sus neveras además de intercambiar impresiones de lo preciosa que está la Sierra Espadán.
Senderistas: Vicente Gimeno y el autor.
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