sábado, 8 de marzo de 2008

Edificio anexo

Patio interior

Entrada al Santuario de Sant Joan de Penyagolosa








Lugar emblemático de peregrinación espiritual cuyo origen se remonta al siglo XIV.

A nueve kilómetros de Vistabella del Maestrat se encuentra el santuario de Sant Joan de Penyagolosa. Este antiguo convento reconstruido en 1706 sobre las ruinas de otro anterior, es un lugar emblemático para culto religioso en la Comunidad Valenciana. En el centro del santuario existe un pequeño patio de reminiscencias góticas que es, probablemente, la parte más antigua del edificio.

En el exterior del muro lateral de la iglesia que recae al patio hay unas pinturas murales que datan de 1592. La iglesia fue reformada a finales del siglo XVIII, época en la que se construyen dos anexos destinados a la hospedería. Uno de éstos, de planta baja y dos pisos, desapareció, siendo sustituido por un porche cubierto de nueva edificación.

El culto a Sant Joan de Penyagolosa se remonta al siglo XIV y desde entonces se ha convertido en un lugar tradicional de peregrinaciones. Alguna de éstas, como la de Els Pelegrins de les Useres, conserva aún estrictos ritos medievales.

Detalle de la Cruz

Peiró de Sant Joan de Penyagolosa.

Peiró de Sant Joan de Penyagolosa



CRUCES DE TÉRMINO O PEIRONES:
Son cruces artísticas y conmemorativas que se encuentran cerca de la entrada de algunas poblaciones o monasterios o en las confluencias de los caminos. Muy frecuentes en la Comunidad Valenciana, construidas durante los siglos XV y XVI, en su mayoría son de estilo gótico o renacentista. Su estructura consta de una base circular o poligonal de piedra sobre la cual se alza el fuste o columna de entre dos y tres metros de altura, de una sola pieza, con una terminación en forma de capitel que sustenta una cruz de piedra o de hierro forjado. En las comarcas del norte especialmente en el Maestrazgo reciben el nombre de “peirons o peirones”, nombre con el que nosotros los conocemos.Estas cruces son verdaderas obras de arte.

Flechas direccionales

Pinos silvestres (Pynus sylvestris/pi roig)


En el Barranc de La Pegunta, muchos de los pinos cubiertos de hiedra.

Placa de hielo

Fuente en el Barranco de La Pegunta

Font Nova

Sosiego

Cruzando el bosque

Bosque de pino silvestre. Barranco de La Pegunta.

Entrando en el pinar

Peñagolosa al atardecer

En la Masía Collado


Conocida por los senderistas como la Masía de la Abuela.

Estampa rural

Ganado vacuno, cabaña de piedra en seco y bancales.

El autor saliendo del barranco hacia la Masía Collado

Fotografía cedida por Vicente Olucha.

Macizo de Peñagolosa

Belleza del paisaje

Majestuosidad

Contrastes

Camino hacia Peñagolosa y Mas Quemado

Font de La Penella

Flecha direccional - Font de La Penella

Un momento de descanso

Fotografía cedida por Vicente Olucha

Senderistas en acción

Senderistas en plena ruta

Fotografía cedida por Vicente Olucha

Camino hacia Peñagolosa

Café "tocado"

Cafetería

Con buen humor en El Juncar

Fotografía cedida por Vicente Olucha.

Casas en El Juncar

Masía El Juncar

Imponente - Macizo de Peñagolosa

Vista panorámica

La Muela del Buey Negro

T. M. de Argelita

Vista general del Mas del Moro


Masies del Moro


Tapiz de la primera luz del día


Alba


Probando las linternas


En grupo


Entrando en la oscuridad del camino


Cruzando Fanzara


El autor preparado para la ruta


Senderistas felices y preparados para la subida a Peñagolosa

Fotografía cedida por Vicente Olucha

XII Subida a pie. Fanzara - Penyagolosa

Con mucha ilusión y expectativa estaba deseando que llegara este día.
Mas de un año saliendo todas las semanas a la montaña preparando rutas y realizándolas, y por fin ha llegado el gran día. El año anterior no me consideraba lo suficientemente preparado - físicamente, se comprende - para afrontarla con garantías de éxito, entendido en el sentido de disfrutar de su recorrido plenamente, en compañía de extraordinarios compañeros de viaje.
Es una ruta famosa por estas comarcas y su recorrido una prueba de esfuerzo y resistencia importantes, es una prueba con carácter y de las que dejan huella.
! Y yo iba a participar, por fin, en ella !

El día señalado es el día 8 de Marzo de dos mil y ocho.

La ruta comienza mucho antes de la hora prevista como salida, pues a las 4 hr de la madrugada hay que dejar la cama y aún con sueño, dirigirse por carretera a Fanzara, que es el punto de partida. Allí nos reunimos alrededor de unos treinta senderistas ilusionados y ansiosos de empezar a caminar. Unos cafés bien cargados en un bar del pueblo, nos confortaban y despejaban en una noche oscura.

Saludos y empezamos a cargar en una furgoneta que la organización había dispuesto para llevar los sacos de dormir, mochilas, bolsas, comida, bebida y el resto de material logístico que no nos iba a hacer falta durante la ruta, incluso una bicicleta, pues Vicente Olucha, regresó el domingo día 9 en ella.
Hacemos la fotografía oficial de la ruta, para dejar constancia, de los que allí estábamos y de donde salíamos. Cruzamos la población de Fanzara, en silencio respetuoso hacia los vecinos que aún dormían plácidamente a nuestro paso, para introducirnos de lleno en la oscuridad negra de la noche. Nuestras linternas hicieron bien su función pues sin ellas no era posible, a esa hora - poco mas de las 5 hr de la madrugada - intentar siquiera salir del pueblo y menos hacia la montaña.
Y allí íbamos todos en fila o en pequeños grupos, caminando hacia nuestro objetivo que no era otro, nada mas ni nada menos que El Santuario de San Juan Bautista de Peñagolosa y Santa Bárbara - Sant Joan de Penyagolosa - , situado en el término municipal de Vistabella del Maestrazgo.
Varias horas de caminata en la oscuridad en compañía de los extraordinarios compañeros de expedición, conversando y animándonos, cuando nos vimos sorprendidos por los primeros rayos de sol y ya empieza a amanecer, podemos observar los matices de la madrugada, los colores de las nubes, los claro-oscuros en las montañas y en la vegetación y se iluminan nuestros rostros que habían permanecido en el anonimato. Es hora de apagar nuestras linternas pues el astro rey nos alumbra ya totalmente nuestro camino.
Vamos dejando atrás El Turio y Peña Saganta y damos los buenos días al macizo de Peñagolosa que ya está presidiendo con su presencia el escenario por el que estos intrusos de la montaña hacen su aparición, eso sí, amistosos.
Pasamos junto al Mas del Moro, y se pueden apreciar ya a nuestro alrededor una sucesión de paisajes en los que la variedad de la vegetación contrasta con sus vivos colores, amarillo de la aliaga y verde romero, junto a la variedad de pinos existentes y corredores de sierras ásperas.
En el Mas de El Juncar, hacemos la primera parada de la jornada, es momento de tomar un buen desayuno y mejor descanso, en armonía, compartiendo algunas chocolatinas, y alguna que otra broma. Lo mejor, de lo mejor,...teníamos hasta servicio de catering,... café, leche y café "tocado de coñac", para dar ánimos. El marco a esta estampa es una fuente que reza de San Vicente Ferrer y "La Mare de Deu de la Font".
Reanudamos la marcha por caminos cómodos hasta alcanzar la Font de la Penella (859 m), cruzamos unas Masías abandonadas, por pistas continuamos y alcanzamos un barranco, por el que hay que descender, aquí se acaba la amabilidad del firme de los caminos, para convertirse en pequeños y tortuosos senderos pedregosos hasta alcanzar la cumbre del collado en donde se encuentra el Mas de la Abuela - esta Masía es bien conocida por la dureza del barranco que hay que cruzar y ascender - plácidamente están pastando unas cuantas cabezas de ganado vacuno, ... vamos, ni se inmutan a nuestro paso, cruzamos el Mas y ya es hora de parar para almorzar, Xodos, al fondo, nos sirve de testigo.
Para el que suscribe, llegado este punto, le es mas necesario descansar que comer, así que por este orden hago esta parada. No es muy recomendable comer en exceso, aún cuando se tenga apetito, pues aún quedan al menos 3 horas de marcha antes de alcanzar nuestro objetivo y es conveniente descansar y reponer fuerzas, mas que saciar el hambre y es mucha, pueden creerme. Fruta, un poco de tortilla, zumo, frutos secos variados, una chocolatina no me podía faltar y un buen café, ofrecido por la organización, fueron mis manjares en esta parada típica, en esta ruta.
A partir de aquí se abre una pista en ascenso, que nos permite dada la altitud, disfrutar de unas panorámicas extraordinarias y tomar buenas fotografías de ellas. Ya vemos la cumbre de Peñagolosa, 1.814 m, (Penyagolosa), con nieve en su cumbre, poca pero aún tiene un pequeño manto. No está en nuestro ánimo alcanzarla en esta tarde, mañana, quizás...
Hay que decidirse continuar por el camino o descender por el bosque, decidimos cruzarlo y nos maravillamos, pues un bosque esbelto, distinguido y pleno de pinos silvestres, un barranco con fuentes de generosos caños, nos abrían paso, especialmente una fuente con un tronco ahuecado y con muescas trabajadas con hacha, nos llamó la atención (Font Nova). Estamos en el barranco de La Pegunta, barranco de una extraordinaria belleza, que unido a la diversidad de árboles y plantas, lo hacen único. Hay paneles informativos de los ejemplares nobles que allí habitan, pinos silvestres por doquier, que nos empequeñecen a medida que nos ponemos a su altura. Identificada, hay, una microreserva por la Consellería de Medio Ambiente.
Cuando nos cansamos de esta belleza, mi compañero de travesía Vicente Olucha y el que suscribe, salimos del bosque y una suave loma delante de nosotros nos anuncia que ya hemos llegado al Santuario de San Juan de Peñagolosa - eran casi las 19 h - con alegría y satisfacción alcanzamos nuestro objetivo tan preciado.
San Juan está en el fondo de un valle y rodeado por montañas orgullosas de sus bosques tan frondosos como valiosos, umbrías las hay, y testigos son de tantos viajeros y excursionistas.
Mas de doscientas fotografías, avalan y testifican del recorrido visual que hemos disfrutado y compartido y que ofrecemos al resto de compañeros en este extraordinario itinerario, con sumo gusto.
Una buena ducha con agua caliente y como nuevo, mas tarde en el restaurante, al calor de la chimenea y en grupos se comentaba la ruta, y las anécdotas, con un "cremaet" delante se ven las cosas mejor y ya descansando, esperamos la opípara cena que nos espera.
A saber: Olla de Sant Joan, ensaladas, embutidos y carnes del Maestrazgo, regados con vinos de la tierra, dulces postres y café,...espectacular cena, de la que dimos buena cuenta.
La sobremesa era obligada y la conversación amena pero el cansancio ya hacía mella en nosotros.
Hay bar-restaurante, junto a la Iglesia, donde se puede desayunar, almorzar y cenar, previa concertación de hora y comensales, así como servicio de telefonía fija, pues no hay cobertura en los móviles.
Antes de la medianoche la temperatura era ya de - 3º, durante el día oscilaba la temperatura entre 10º a 20º.
Recomendaciones a tener en cuenta: Si van a pernoctar lleven consigo, saco de dormir de alta montaña, así como equipo completo para pasar la noche.
La Hospedería tiene habitaciones interiores (con cama de matrimonio y cuarto de baño interior) que son mas amplias que las habitaciones exteriores (que son tan sencillas como unas literas y sin cuarto de baño interior).
En verano el clima es fresco pero en invierno esta zona es muy fría y con nevadas frecuentes, que hacen que al no haber calefacción en las habitaciones, sea imprescindible un equipo de alta montaña - como he indicado anteriormente- para pasar una noche, digamos, cálida. Las mantas, si eligen esta opción, son de alquiler y hay que solicitarlas en el restaurante.
Hay otras alternativas para pernoctar, pero hay que dirigirse a las poblaciones mas cercanas, como pueden ser Vistabella, Adzaneta, Lucena y Xodos, donde podremos optar por alojamientos rurales.
Buena jornada, en resumen, y para repetir el año próximo. Buena organización y hay que agradecer el esfuerzo y dedicación de los miembros de la misma, por su ilusión y cariño que han puesto para que se pudiera realizar este año.
!Hasta el próximo año senderistas! !Ha sido un placer compartir esta ilusión que se ha hecho realidad!