sábado, 17 de enero de 2009

Reloj de Sol en el Tristán

La Masía del Tristán

Saludos desde la cumbre de El Gorgo

Detalle

Libros de visitas de la cumbre

Sorpresa en la cumbre

Cota máxima de la Sierra Calderona

Vértice geodésico de El Gorgo (907 msnm). Número 66804. Hoja MTN 668.

Gátova y el Pico del Águila

Cerca de la cumbre

Sierra Calderona

Losas de rodeno

Belleza de la montaña

Negras huellas del carboneo

La utilización de carbón vegetal data de tiempos históricos, en los primeros intentos del hombre de fundir el mineral de hierro. Pero el carboneo del monte a una escala no doméstica hay que situarlo a partir del siglo XV, adquiriendo una notable importancia como combustible en las industrias manufactureras durante los siglos XVI-XVIII.
El carbón vegetal era el combustible por excelencia del Antiguo Régimen y una de las indiscutibles fuentes de energía hasta que el carbón de piedra le sustituyó. El mismo crecimiento urbano durante el siglo XVIII hubo de suscitar una mayor demanda de combustible vegetal. En Madrid, por ejemplo, 9.000 hogares habían adoptado el hornillo económico hacia el año 1805, lo cual representaba casi una cuarta parte de los hogares existentes en la Villa. El combustible de aquellos hornillos era, por supuesto, el carbón de encina.

Si importante era el consumo urbano de carbón vegetal, otro tanto puede decirse de las necesidades de la industria, aunque el carbón de brezo (Erica australis) era el combustible de fragua mayoritario: herreros, herradores, latoneros, cerrajeros y plateros fueron, entre otros, los artesanos que demandaron mayores cantidades de combustible en las nacientes ciudades preindustriales. Las fábricas de vidrio han sido puestas como ejemplo de una industria del Antiguo Régimen que consumía gran cantidad de carbón vegetal y leña. Desde Avilés se escribe a mediados del siglo XVIII que para la provisión de carbones que precisan las ferrerías del Principado de Asturias habían sido devastados la mayor parte de los montes comunes de las inmediaciones. No hay que olvidar tampoco que actividades como la extracción de minerales y su transformación requerían ingentes cantidades de carbón vegetal.

Las ventajas como combustible del carbón vegetal frente a la leña son significativas. En la carbonización de la madera se pierden todas las materias volátiles así como la mayoría de la humedad. Esto produce un cambio notable en su apariencia física y un descenso de densidad y volumen. Pero lo que marca la verdadera diferencia es que el carbón vegetal tiene mayor contenido en carbono que la madera, por lo que su poder calorífico es mayor y es mejor combustible que ésta. Otra diferencia es que el carbón vegetal es inerte, difícilmente alterable con las condiciones atmosféricas normales y no es atacado por agentes biológicos (hongos e insectos fitófagos) que atacan la madera.

Aunque a lo largo de nuestra geografía se ha carboneado todo tipo de especies forestales (haya, roble, pino, incluso eucalipto), en España el carbón vegetal está muy unido al aprovechamiento de los restos de operaciones selvícolas como la poda y el "oliveo" de la encina (Quercus ilex) y el alcornoque (Quercus suber). El gran desarrollo agro-silvo-pastoral de la dehesa castellana y extremeña se basa en el correcto aprovechamiento de pastos y árboles que daban sus frutos (bellotas) para el ganado. Los árboles son podados y la madera de estos trabajos es carbonizada en fosas de tierra.

Mientras que en otras zonas la práctica del carboneo ha ido desapareciendo (Navarra, Aragón, País Vasco), ésta todavía perdura en los ambientes mediterráneos con mayores extensiones de quercíneas.

Las técnicas han ido evolucionando y en muchos casos la carbonera de tierra ha sido sustituida por carboneras metálicas, si bien en no pocos casos las carboneras clásicas se siguen utilizando al no requerir ningún desembolso de capital.

Paisaje


El concepto de paisaje se utiliza de manera diferente por varios campos de estudio, aunque todos los usos del término llevan implícita la existencia de un sujeto observador (el que visualiza) y de un objeto observado (el terreno), del que se destacan fundamentalmente sus cualidades visuales y espaciales.

El paisaje, desde el punto de vista geográfico, es el objeto de estudio primordial y el documento geográfico básico a partir del cual se hace la geografía. En general, se entiende por paisaje cualquier área de la superficie terrestre producto de la interacción de los diferentes factores presentes en ella y que tienen un reflejo visual en el espacio. El paisaje geográfico es por tanto el aspecto que adquiere el espacio geográfico. El paisaje, desde el punto de vista artístico, sobre todo pictórico, es la representación gráfica de un terreno extenso. Con el mismo significado se utiliza el término país (no debe confundirse con el concepto político de país). El paisaje también puede ser el objeto material a crear o modificar por el arte mismo.

En literatura, la descripción del paisaje es una forma literaria que se denomina topografía (término que también da nombre a la topografía como ciencia y técnica que se emplea para la representación gráfica de la superficie terrestre). En construcciones literarias y ensayísticas es habitual comparar el paisaje con el paisanaje (de paisano), es decir, el medio con los grupos humanos.

Balizas y senda

Collado, paso entre montañas

Senda ascendente

Bifurcación de sendas

Hacia la izquierda en dirección a la cumbre de El Gorgo y por la derecha llegaremos a Gátova y Cueva Sacañet.

Huella de jabalí en Collado Villacampa

Jabalí (Sus scrofa)

Monte bajo

Contrastes

Elegancia en la naturaleza

Rocosa senda

Fita de piedras y senda

Hacia El Gorgo

Poste de señalización del GR10

El sendero de gran recorrido GR 10, Europeo E7, está integrado en la Red de Senderos Europeos. Con sus 1.600 km entre Puçol (Valencia) y Lisboa (Portugal), sirve de unión entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.

Pista forestal


El Gorgo y Masía del Tristán

De nuevo caminamos por estas extraordinarias tierras del Alto Palancia, y que geográficamente corresponden al S de la provincia de Castellón .

Nuestro objetivo, esta vez, es coronar la cumbre de El Gorgo (907 msnm), cumbre señera de la Sierra Calderona, y visitar el que hasta hace poco (unos 3 años aproximadamente) era el albergue de montaña del Tristán (750 msnm) en el que en su día se podía descansar, pernoctar y comer, hasta tenía un guarda y estaba gestionado por el Centre Excursionista de Valencia.
A unos 67 Km, desde Onda por la A-23 y N y en la rotonda de la A-23, emplazada frente a Geldo, y pasando por debajo del puente de la vía férrea, tomaremos el Camino de Cabrera a Coronel, pasando por el Collado de los Cuatro Caminos, olivera Morruda (milenaria) y desvío a la izquierda y hacia arriba (rechazando continuar hacia el Barranco de Agua Amarga y Masía de Ferrer, que quedarán a nuestra derecha) por una pista forestal desigual, tras un incómodo trayecto, podremos dejar aparcado nuestro vehículo en un amplio claro junto al poste de madera y flechas direccionales del GR 10, que nos informa de varias y distintas rutas senderistas.
Nos encontramos en el término municipal de Segorbe (Castellón).

Con una temperatura de 3º C, en una mañana fría de invierno, despejada y sin viento, iniciamos nuestra caminata por la misma pista forestal que llevábamos con nuestro vehículo, pero aquí se torna mas amplia y regular, para nosotros. Veremos un panel informativo de la Consellería y que nos informa: Tristany i la Mina.

Pronto nos encontramos con una bifurcación de la pista forestal. Nuestra ruta es hacia la derecha, donde veremos a los pies de un robusto pino, una fita de piedras acompañada de una pequeña flecha direccional de madera con las marcas del Sendero Local (blanca y verde) que nos informa de El Gorgo.
A nuestro regreso y llegado a este mismo punto, continuaremos ascendiendo y hacia la derecha por la pista forestal que habíamos dejado y que nos llevará, sin pérdida, a visitar la Masía del Tristán.

Continúa el camino forestal tomando suave altura y siempre acompañados por fitas de piedras y marcas del SL.
Nos encontramos, ya, en el término municipal de Gátova (Valencia) por lo que ya hemos cruzado la provincia de Castellón hacia el S.

Tras un corto recorrido llegamos a un collado cuando el camino forestal va descendiendo y veremos una fita de piedras a nuestra derecha que nos indica el sendero ascendente a seguir.

Todo el recorrido, a partir de ahora, hasta alcanzar el Collado Villacampa se hace por monte bajo, haciendo las delicias del senderista, pues vamos acompañados de plantas arbustivas en una densa vegetación que con sus variadas formas, matices y colores decoran esta preciosa senda; este agradable sentimiento entra muy pronto en contradicción pues la senda que nos espera está plena de rodeno poniendo a prueba la calidad de nuestras botas de montaña y a nuestros tobillos.
En las proximidades encontraremos las ruinas de un corral de ganado.

A medida que vamos avanzando y alejadas de la senda se pueden observar las negras huellas en el suelo como testimonio de los restos de las carboneras y lo que queda de las construcciones que utilizaban los hombres para permanecer en ellas, mientras duraban las tareas del carboneo, días enteros y durante el tiempo que hiciera falta, hasta terminar con su esforzada labor que completaba la economía doméstica en tiempos duros y difíciles que les tocó vivir.

Cuando alcanzamos una encrucijada, una nueva fita de piedras colocada a la derecha nos indicará la dirección a seguir abandonando la senda que llevamos (frente a nosotros observamos una cruz con troncos secos, para advertirnos de que no continuemos recto).

Dejada la senda ascendemos por el camino forestal que se nos brinda hasta que alcanzamos una bifurcación en el Collado Villacampa y si giramos la vista hacia atrás divisaremos en toda su extensión este Collado, incluido el corral en ruinas y la cumbre y antecumbre de El Gorgo.

Cuando llegamos a esta bifurcación en este Collado, saludamos de nuevo, a unos cazadores gatoveros que amablemente, siempre nos han ayudado en nuestros encuentros en la montaña y ya han sido varios; juntos observamos huellas y rastros de jabalíes.

Seguimos la senda de la izquierda en dirección S, la senda de la derecha nos llevaría en dirección N hacia Gátova y Cueva Sacañet.

Un ascenso rápido con piedras de rodeno sueltas y flanqueados de árboles y vegetación, nos esperan, hasta alcanzar un segundo collado que es un paso entre montañas.

La vista panorámica desde aquí ya es maravillosa pues a estas horas de la mañana el Sol ya está alumbrando, aunque parcialmente estas montañas, y las luces y las sombras salpican el paisaje.

Reanudamos el ascenso y la senda se embellece a cada momento, ...ahora con los pinos y sus formas, ahora con las rocas pintadas de blanco y verde, ahora con los restos de una carbonera, ahora con el atractivo y rojizo rodeno..., que tanto nos gusta.
Efectivamente, llegando a las proximidades de El Gorgo, una amplia extensión de losas de rodeno nos están esperando..., no es fácil acceder ni transitar por ellas, pero nos animamos ya que son el último tramo hasta llegar a la cima.

Personalmente me enamora este marco geográfico formado por el rodeno y del que ya tenemos constancia, al haber coronado también, varias cumbres de nuestra querida Sierra de Espadán.

Un último esfuerzo y alcanzamos el vértice geodésico de El Gorgo. Número 66804. Hoja MTN 668.

Nos llevamos una agradable sorpresa al ver que muy cerca del vértice geodésico hay un Belén resguardado en una construcción que guarda, además, unas libretas a modo de libro de visitas de esta cumbre (recordamos, aquí y ahora, que muy cerca de la Ventana de Ludiente en la Muela del Buey Negro en Argelita, encontraremos un Belén dentro de un botijo).

No podemos evitar curiosear y leer en las libretas, las numerosas anotaciones de las visitas a esta cumbre, entre las que se encuentran las que escribieron y firmaron, tres gatoveros allá por el año 2007, que es cuando subieron los materiales de construcción necesarios para hacer el asiento en el vértice geodésico y este pilar que guarda el Belén y las libretas.

!Menudo esfuerzo y trabajo hicieron, subir cargados por esta senda! !Felicidades por el récord!

Mi compañero y yo hicimos lo propio e inscribimos nuestros nombres y apellidos, con la fecha y hora, en el libro de la cumbre, así como una pequeña descripción de la jornada e itinerario de la ruta que nos ha llevado hasta aquí.

Al poco de estar en la cumbre subieron Martín Soriano Pérez y Manolo Plasencia Civera, naturales de Segorbe, que después de las presentaciones e intercambios de direcciones y algunas fotografías, continuaron su ruta. Saludos senderistas.

Por nuestra parte procedimos a orientarnos y a disfrutar de la cumbre, empezando por otear el horizonte, para ver al N, Gátova a los pies del pico del Águila, al S la Albufera de Valencia, hacia el W los montes de Alcublas y Andilla y hacia el N la Sierra de Espadán.
Es un buen momento para tomar algo de nuestras mochilas, como siempre fruta y chocolatinas, para reponernos del esfuerzo.

Cuando ya hemos saboreado suficiente la cumbre de El Gorgo descendemos de la misma con precaución y regresamos sobre nuestros propios pasos por el mismo itinerario hasta el punto del desvío inicial que nos informa de El Gorgo con la pequeña flecha direccional.

Desde aquí y hacia la derecha ascendemos por la pista forestal (observaremos marcas rojas y blancas del GR) y muy pronto alcanzamos la Masía del Tristán, que dependía hace siglos de la Cartuja de Porta Coeli en Serra (Valencia) y que era lugar de paso desde la Cartuja de Val de Cristo en Altura (Castellón) hasta la de Porta Coeli. En los años 60 el ICONA adquirió la finca para uso como Aula en la Naturaleza - Tristany i la Mina - y el Centre Excursionista de Valencia gestionaba el edificio como Escuela de excursionismo y educación ambiental mediante convenio con la Consellería de Medio Ambiente y proyecto europeo FEDER.
Actualmente se encuentra cerrado por la Consellería.

Descendemos del Tristán, directamente ya por la pista forestal y sin interrupciones hasta nuestro vehículo dando por finalizada la ruta de la semana.

Ruta muy montañera y de las que nos gusta disfrutar.

Senderistas: Vicente Gimeno y el autor.

Nota del autor: Como los bolígrafos encontrados en El Gorgo para firmar en el libro de la cumbre no funcionaban bien, me he tomado la libertad de retirarlos y dejar el mío de color negro y de mayor calidad a los encontrados, con el fin de que tenga un mejor y prolongado uso.