Desde Onda y por la CV-20 a unos 21 km de distancia, pasando Espadilla y Toga, llegaremos a la población de Torrechiva.
Emplazada sobre la margen izquierda del río Mijares y terreno montañoso pertenece a la comarca del Alto Mijares y sus localidades limítrofes son: Cirat, Ludiente, Toga, Espadilla y Fuentes de Ayódar, todas ellas de la provincia de Castellón.
Un magnífico espectáculo nos espera (antes de iniciar la caminata de esta semana) pues al salir de Toga y alcanzar el Barranco Payro ya se observa que el río Mijares entra en la hoya de Toga después de atravesar una espectacular hoz, que serenamente nos guiará por una carretera que serpentea hacia el núcleo de Torrechiva, donde aparcaremos nuestro vehículo.
Efectivamente, el horizonte parece estar cerrado por la sierra, pero el Mijares se abre paso por el desfiladero de Los Tajos hasta llegar a Torrechiva.
Aún no han tocado las ocho de la mañana en la torre campanario de Torrechiva y ya estamos caminando por la Calle San Antonio y Ronda Mijares por las que accedemos a un camino rural, otrora pedregoso y hoy cementado, que cruzando el río Mijares nos llevará hasta Fuentes de Ayódar.
A ambos lados, huertas de nutrientes hortalizas trabajadas con esmero, junto a frutales y naranjos mientras llegamos a las ruinas de un pequeño corral a la derecha de nuestra marcha junto a unos bancales con algarrobos.
La Luna nos saluda en esta mañana de primavera y nos muestra el sinuoso trazado del camino artificial que llevamos, al reflejar su luz en las biondas. En progresiva ascensión vamos tomando altura a medida que dejamos atrás la imagen de Torrechiva.
Una serie de cajones de madera alineados y aparentemente abandonados en unos bancales llaman nuestra atención. En realidad estos cajones rústicos son colmenas de abejas que con su producto almacenado en panales - miel - endulzarán mas de una mesa (uno de los alimentos preferidos del autor y su familia).
El Penyagolosa en el horizonte y una panorámica mas cercana de un relieve erosionado nos devuelven la mirada cuando alcanzamos un depósito de agua para la extinción de incendios forestales (se trata de los llamados puntos de agua, autobomba y de uso específico para incendios).
Ahora atravesamos bancales y ribazos, que como mapas abiertos, leemos en ellos..., olivos jóvenes, pocos algarrobos y menos almendros y algún melancólico viñedo que junto a los enebros, aliagas y brezo..., animan nuestra caminata hasta que cruzamos el collado que divide aguas entre el Barranco de la Higuera y el río Pequeño.
La pista desciende con rapidez y con ansias de llegar a Fuentes de Ayódar para contemplar este bello pueblo anclado en los contrafuertes septentrionales del Parque Natural de la Sierra Espadán (todo su términio municipal se encuentra dentro de los límites del Parque) y su privilegiado entorno.
El río Chico, tributario del río Mijares, discurre por su término.
El núcleo urbano se asienta de manera escalonada junto a la rambla de Ayódar, a 505 msnm y con 105 habitantes censados. Es un pueblo con encanto y simpatía.
Por la carretera nos dirigimos hacia la Fuente del Cañar, donde nos refrescaremos y tomaremos fruta y chocolatinas (de nuestras mochilas) en un cuidado merendero.
Para completar el día nos dirigimos en dirección al río Chico y tomamos un desvío hacia la derecha en un desnivel muy bajo para descubrir el Molino de Arriba, en la Balsa del Molino. Este molino de trigo es de época morisca, llamado también del tío Alfredo y que desde 1960 es propiedad municipal. Lamentablemente su estado es de ruinas y debería restaurarse para devolverle su merecida dignidad.
Con un pequeño paseo mas adelante llegaremos a la famosa fuente de "Los Chorricos" que se decía poseía propiedades medicinales (situada a la cabecera de una balsa de riego y acequia del mismo nombre).
Esta fuente tiene una preciosa leyenda en azulejos pero hay que lamentar el estado de abandono de la misma. Su dignidad debe recuperarse con un pequeño pero cariñoso mantenimiento.
Si continuáramos por una intuitiva senda entre almendros nos conduciría hasta la Masadica donde encontraremos el Lentisco (200 años estimados) de extraordinarias dimensiones a pesar de ser un arbusto. Ya estuvimos en esa partida la semana pasada en nuestra caminata desde Cirat a Fuentes de Ayódar, por lo que en esta ruta decidimos no visitarlo para no prolongar mas la misma (tenemos que regresar a Torrechiva).
De regreso sobre nuestros propios pasos aún nos espera un buen trecho.
Accediendo a Torrechiva por el SO nos sorprenderá el desfiladero de los Tajos. Se trata de una espectacular hoz, por la que el río Mijares entra en la hoya de Toga. Un paseo por las calles de Torrechiva nos relaja dando por finalizada la ruta de esta semana, que hemos tardado en completar en unas seis horas.
Senderistas: Vicente Gimeno, Roberto Salisa y el autor.
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