Cumbre emblemática
El dorso de Peña Saganta ha sufrido una profunda carstificación que provoca oquedades y resaltes entre los que prosperan coscojas y enebros por doquier
Este es el aspecto que presenta Peña Saganta desde el collado: un inmenso dorso ondulado que termina en precipicio
Nos encontramos en la Comarca del Alto Mijares y un año más acudimos a la cita de Peña Saganta en Espadilla.
Salimos, como siempre, desde el Jardín Botánico que sirve de enlace entre el núcleo urbano y dos senderos, el inicio del PR-CV 314 Peña Saganta y del PR-CV 386 Camino a la Cueva Negra, que por cierto, se inauguraba oficialmente por el alcalde de Espadilla en un sencillo acto protocolario.
Una estanquilla nos define el curso de este sendero circular que rodea el gran macizo jurásico que se extiende desde Torrechiva hasta las cercanías de Onda - donde Peña Saganta - como núcleo sinclinal ha quedado colgado.
Descendemos hacia el Barranco de la Piqueta, cruzamos y por su ladera contraria vamos ganando altura hasta que nos encontraremos con la Fuente de la Piqueta y cruce de los dos senderos PR-CV 314 y 386.
Nuestra dirección es hacia el Este hasta llegar al Barranco de la Carbonera donde nos sorprende la suavidad de su lomo y el cromatismo de las aliagas, coscojas y enebros que salpican en el paisaje.
Estanquillas y fitas de piedras nos aseguran el trazado correcto de nuestra ruta que nos dirigen hacia el inmenso dorso ondulado de Peña Saganta donde no resulta cómodo caminar pues su intensa carstificación provoca importantes oquedades y resaltes que nos obligan a caminar con mucha prudencia.
Una vez alcanzada la cima de Peña Saganta y desde el pico Agusta, nos encontramos ante un mirador natural privilegiado, pues la panorámica del Valle del Mijares es extraordinaria: El Turio y más allá Fanzara y el embalse del Sitjar, más próximo Vallat sobre una pequeña cuesta, Espadilla al pie de Peña Saganta, Toga ocupa una terraza, Argelita encajada, el blanco caserío del Castillo de Villamalefa y al fondo Penyagolosa y también gran parte de la Sierra de Espadán: Pico de la Rápita, Pico del Espadán y el Puntal del Aljub.
Mientras tanto las ruinas del Castillo musulmán de Espadilla observan impasibles nuestra visita.
Descendemos sobre el lomo de Peña Saganta hasta un aljibe y cruce con el Camino antiguo a Ayódar (hacia nuestra derecha) para continuar recto y disfrutar del Valle del río Pequeño hasta alcanzar el tramo más bajo del Barranco de la Carbonera y ramal del sendero que nos llevaría (hacia la izquierda) hasta el Castillo. Un precioso mirador nos espera antes de llegar a las proximidades del Jardín Botánico donde finaliza esta soberbia ruta por el Alto Mijares.
Más tarde dimos buena cuenta de una estupenda paella de hermandad en el local Socio-Cultural de Espadilla y tomamos café en el bar del pueblo.
Quiero dedicar este post a ANTONIO GALLARDO, senderista aficionado y fiel seguidor del blog. Un abrazo Antonio.
