Nuestro punto de partida en la ruta de esta semana es desde la encantadora y hospitalaria población de Almedíjar, situada en la falda meridional de la Sierra de Espadán en la cuenca izquierda del río Palancia.
Nuestro recorrido va a ser el siguiente: Almedíjar - Barranco de Almanzor - Camí de la Serra - Collado de Torres - Pico de Espadán y regreso.
Limita al N con Algimia y Vall de Almonacid, al E con Aín y Azuébar, al S con Soneja y al O con Castellnovo.
Aparcamos nuestro vehículo a la entrada del pueblo y nos disponemos a cruzarlo para llegar al Barranco de Almanzor. Desconocíamos que Almedíjar estuviera en fiestas. Efectivamente, son las Fiestas Patronales en honor de la Divina Pastora y los Santos de la Piedra. Se celebra el 14 de Agosto con misas, procesiones, verbenas, vaquillas y toros embolados.
Las calles están adornadas con gallardets y hay muchos vecinos en la calle a los que les cuesta dar por finalizada la noche (son las 7:45 AM); cruzamos la Plaza de la Iglesia, y la del Ayuntamiento y pasamos por la Calle Acequia y Calle Barrio.
Pronto dejamos el pueblo y por pista cementada vemos una cuidada área recreativa a nuestra derecha (a la sombra de un buen pinar) y mas adelante una fuente, aljibe y el Pozo Casicas (1984) engalanado de blanco.
Las marcas de PR (blanca y amarilla) nos indican el recorrido correcto que pronto se adivina muy interesante por la variedad y la riqueza de la vida vegetal que nos rodea en el Barranco de Almanzor, tal parece como si estuviéramos en la selva. Las laderas de las montañas que podemos ver están vestidas de diferentes verdes y todo a nuestro alrededor es una eclosión de la Naturaleza.
Junto al camino que llevamos, a la derecha y escondido, como protegiéndose de los intrusos, nace una senda intuitiva y con perseverancia el compañero senderista recién incorporado a nuestras caminatas, Jorge Vidal, descubre el Castaño monumental, denominada también "La Castañera", y del que tanto habíamos oído hablar. Se trata de un magnífico ejemplar de casi 15 m de altura y una edad de unos 350 años. Es un árbol propio de climas mas frescos por lo que su presencia por estas latitudes evidencia la intervención del hombre así como ocurre también con los pequeños bosques de castaños del Barranco de la Juliana y en las proximidades del poblado abandonado de Xinquer.
Recuperados de la sorpresa e inmensa alegría retomamos nuestro camino de tierra y con cierta tristeza comprobamos como algunos postes de señalización están desmontados y/o descuidados, por lo que no cumplen con su función que es la de informar y orientar.
Señorean el paisaje unas sendas aéreas que nos acercan a los pies de los grandes quercus siempre acompañados por las adelfas del barranco y hermosos y crecidos helechos, cuando llegamos a la fuente Almanzor. Nuestra situación de umbría contrasta con la intensa luminosidad de las montañas en un día implacable de Agosto y con viento de poniente que hace que la temperatura al mediodía alcance los 40º C que nos obliga a hidratarnos con mas frecuencia.
Podemos ver las pedreras en la montaña como lenguas de sílice. Son auténticas calvas de vegetación, que contrastan con el paisaje y sus verdes tonalidades.
Alcanzamos el Camí de la Serra y nos desviamos hacia la izquierda y en ascenso por esta pista forestal (hay una flecha blanca pintada en la roca de enfrente) amplia, limpia y cómoda, pero poco o nada nos facilita nuestra subida hacia el Collado de Torres, en un día asfixiante y seco, al haber contadas sombras que nos cobijen. Aprovechamos un recodo del Camí, para descansar y tomar fruta, chocolatinas y líquidos varios.
El ascenso se hace pesado y agotador cuando ya vemos una bifurcación de la pista y mas ancha, con fita de piedras y nueva flecha blanca pintada en la roca junto al camino que nos indica la dirección a seguir (a la derecha y hacia arriba).
Vemos un águila por las montañas y nuevas pedreras distraen nuestra atención hasta que alcanzamos el Collado de Torres; nueva bifurcación de la pista, rechazando continuar recto pues nos llevaría hasta la Nevera de Algimia, así pues giramos a la derecha donde veremos un cartel que nos informa que estamos en una Microrreserva de Flora y por tanto lugar protegido por la ley.
La pista pronto cede su protagonismo a abruptos desniveles, plenos de raíces y rocas, que nos sirven de escalones naturales para ir progresivamente ganando altura hasta alcanzar la cumbre del Espadán, al final ayudándonos con las manos.
El Pico Espadán de 1.099 msnm, casi envuelto por grandes bloques de rodeno dispuestos caprichosa e irregularmente.
Ya habíamos estado en la cima pero de nuevo disfrutamos de las maravillosas panorámicas y como en un juego, vamos completando los nombres de los pueblos que alcanzamos a ver, así como sus castillos y montañas..., el Penyagolosa preside la escena.
Cuando decidimos descender lo hacemos con mucho cuidado pues el desnivel es pronunciado y al pasar por entre los dos pinos que flanquean la senda, vemos una fita de piedras que nos informa con una flecha de la pista (a la izquierda) por la que iremos descendiendo hasta el Collado de Torres y en la bifurcación de la pista tomaremos la de la izquierda, desde aquí, para continuar por el Camí de la Serra, hasta que a nuestra derecha, encontraremos una fita de piedras que nos encauzará por el Barranco de Almanzor y nos devolverá hasta Almedíjar.
En la fuente del merendero de los Pinos, nos refrescamos, nos cambiamos de ropa y aseamos para dirigirnos a la Posada de Almedíjar (antigua La Surera) cruzando de nuevo el pueblo. Vemos los preparativos de las fiestas y su ambiente.
En la Posada de Almedíjar nos esperaba una mesa para cuatro para degustar una comida tradicional y una repostería casera deliciosa, todo ello con cerveza, gaseosa y agua bien frías.
Ambiente familiar, buena cocina y a buen precio. Menú a 15€ por persona.
Una buena sobremesa en auténtico ambiente de camaradería ponen punto final a esta ruta tan encantadora como larga y dura.
Hemos escogido el día mas caluroso en años, según recuerdan los mas mayores...
Senderistas: Vicente Gimeno, Josep Vidal, Jorge Vidal y el autor.
Nota: Cuando accedemos al Camí de la Serra, vemos los helicópteros de Medi Ambient; por la tarde y ya en casa nos enteramos por las noticias de que se trata del incendio en Chóvar. Triste suceso. Caminatasalas8 le dedica un post al respecto.
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