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sábado, 5 de julio de 2025

La saca y el corcho de Espadán en Eslida

 


La villa de Eslida se encuentra enclavada, al pie de l´Alt de l´Aljub, a 274 msnm, en la orilla derecha del río Anna y donde predominan los bosques de pinos y alcornoques.

Eslida, tiene todo su término municipal dentro de los límites del Parque Natural de la Sierra de Espadán.

Los orígenes de Eslida, aunque se consideran anteriores al período de dominación musulmana, son inciertos. Algunos investigadores la identifican con la Oleastrum de Estrabón durante la romanización. En su término municipal se descubren restos de un acueducto correspondiente a esa época. Durante el período de dominación musulmana, la población de Eslida fue de importancia y su castillo desempeñó una relevante función como enclave estratégico.

El territorio, y especialmente el castillo de Eslida, fue conquistado por Jaime I, junto con los castillos de Ahín, Veo, Sueras y Xinquer, formando, en la Edad Media, el Alcaidazgo de Eslida, llamado así por ser esta villa la residencia del Cadí. A tenor de los pactos de Jaime I con el Cadí, éste mantuvo cierto grado de autoridad sobre la población musulmana ya en tiempos de conquista cristiana.

El territorio estaba poblado por musulmanes a los que Jaime I otorgó Carta Puebla, el 20 de mayo de 1242, ... Carta de seguridad y poblamiento a los musulmanes de la Sierra de Eslida y lugares de Ahín, Veo, Senguer, Palmes y Sueras..., permitiéndoles - en consecuencia - conservar la posesión de sus bienes y practicar su religión (o lo que es lo mismo, se incorporan al mundo cristiano que los había conquistado pero que no les dominaba).

En 1258 sería donado a Galcerán de Moncada y posteriormente ostentaría su titularidad la baronía de Jérica y el ducado de Segorbe.

Se concedió una segunda Carta puebla en 1276.

En esta región siguió permaneciendo un elevado número de población musulmana por lo que Eslida se vió muy afectada por las revueltas moriscas del siglo XVI (1526) y por la expulsión de 1609.


La saca del corcho es una actividad ancestral, profundamente arraigada en regiones como España, Portugal y otros países mediterráneos, que consiste en la extracción de la corteza del alcornoque (Quercus suber) para obtener el corcho. Este proceso, que combina tradición, habilidad y respeto por la naturaleza, se realiza de forma manual y sostenible, garantizando la supervivencia del árbol y la calidad del material. 


La saca del corcho es más que una actividad económica; es un legado cultural.


La saca es una labor artesanal que requiere gran destreza para no dañar el árbol. Se realiza en verano (de junio a agosto), cuando la corteza está más suelta debido a la actividad biológica del alcornoque. Los pasos principales son: 

Preparación: los "sacadores" (trabajadores especializados) seleccionan los alcornoques maduros, aquellos con al menos 25-30 años de edad para la primera saca (llamada "bornizo") o los que ya han sido descorchados previamente (corcho "amadia"). Se marca el árbol para indicar que está listo. 

Corte inicial: con un hacha de descorche, se realiza un corte preciso alrededor del tronco, generalmente a unos 50 cm del suelo, y otro en la parte superior de la zona a extraer. También se hacen cortes verticales para dividir la corteza en planchas. 
 
Extracción de las planchas: usando la parte trasera del hacha o herramientas específicas, los sacadores separan cuidadosamente las planchas de corcho del árbol, evitando dañar la capa interna (el líber), que es vital para la regeneración del árbol. 
 

Recogida y transporte: las planchas de corcho se apilan y trasladan a un lugar donde se airean y secan durante semanas o meses, antes de ser procesadas. 

Hemos sido testigos excepcionales y unos auténticos privilegiados al presenciar una clase magistral del sacador Don José Antonio Rochera natural de Eslida y que representa dignamente la 4ª generación de sacadores. 




domingo, 6 de abril de 2014

Surera Mare


Este excelente ejemplar de alcornoque (Quercus suber L.) lo podíamos encontrar hasta hace unas pocas semanas en la Partida de l´Horteta - en todo su esplendor y madurez ornamental - muy próximo al Barranc de Cabrera en Alfondeguilla (Castellón) perteneciente a la Comarca de la Plana Baixa y en los límites del Parque Natural de la Sierra de Espadán. 

Altitud: 434 msnm y Coordenadas Latitud, Longitud (WG584) : 39.856333   -0.27097800.

Voluminoso, soberbio y elegante, nos da la bienvenida a sus dominios, junto a la senda del PR® CV 138 en la que se encuentra.


Nos contemplaban 300 años, pues ésta, es su edad real estimada.


Lamentablemente, hoy en día ya es parte de la historia de estas tierras, pues el árbol se ha caído. (08/03/2014). 


Nos estamos refiriendo a la Surera Mare.

De una altura aproximada de 15 metros, con un Diámetro de copa de Norte-Sur: 21 metros y de Este-Oeste: 21 metros y Perímetro de su tronco de: 3,27 metros.

Estas proporcionadas y gigantescas medidas escenifican por sí solas su majestuosa grandeza y singularidad, sobresaliendo como ejemplar dentro del conjunto de los alcornocales de la Comunidad Valenciana, en general y de la Sierra de Espadán, en particular.

El alcornoque, gracias a su corteza denominada: corcho, posee la peculiaridad de ofrecer resistencia al fuego, lo que le confiere un gran valor ecológico. El corcho una vez extraído y transformado constituye un recurso económico para algunas poblaciones de la Sierra de Espadán.

domingo, 30 de marzo de 2014

Presentación: Patrimonio Natural



La Unesco define Patrimonio Natural como el conjunto de valores naturales que tienen importancia desde un punto de vista estético, científico y/o medioambiental.

Conjunto de seres vivos, objetos naturales y elementos intangibles que conforman el medio natural, vistos como un bien con un valor no cuantificable. Así mismo, el concepto Patrimonio conlleva de forma implícita un significado de bien transmitido por herencia de ascendientes a descendientes para uso y disfrute de estos últimos en sucesivas generaciones.

Se consideran bienes parte del Patrimonio Natural a las especies animales y vegetales, a lo hábitats, a los ecosistemas, a las rocas, minerales y formaciones geológicas y los paisajes naturales. La Unesco se encarga de la conservación del Patrimonio Natural a través del establecimiento de Reservas de la Biosfera, Monumentos Naturales, Santuarios de la Naturaleza y Reservas y Parques Nacionales.

Así pues atendiendo cuidadosamente a lo reseñado, se abre una nueva Sección en el Blog con el fin de compartir el extraordinario Patrimonio Natural que a través de nuestras rutas hemos ido descubriendo y que como un valor añadido más, se suman enriqueciendo, los diversos contenidos de Caminatasalas8.

Esperamos y deseamos que sea de su agrado y disfruten del hallazgo.


sábado, 25 de julio de 2009

Oreación de las planchas de corcho

Las planchas de corcho se dejan orear a la intemperie durante un mínimo de 8 meses, en pleno Parque Natural de la Sierra Espadán lejos de fuentes de polución y contaminación.


domingo, 12 de octubre de 2008

Pequeño bosque

El Bosquet

El autor con La Surera Mare

Monumento natural

Detalle del tronco

Magnífico Quercus

El alcornoque (Quercus suber) es un árbol de porte medio, de hoja perenne, originario de Europa y del norte de África. Muy extendido antrópicamente por la explotación de su corteza de la que se obtiene el corcho. El alcornoque se conoce también en algunas comarcas, especialmente los ejemplares jóvenes, como chaparro o roble sobrero.

Tiene una corteza gruesa y rugosa. Con el tiempo la corteza llega a tener un grosor considerable, y se puede recolectar de 9 (Cádiz) a 14 (sierra de Espadán) años, según la calidad de estación en que se encuentre corcho, sobre todo por la cuantía y distribución anual de precipitaciones.[cita requerida] La calidad del corcho es proporcional al número de años que tarda en producirse. El grosor óptimo de recolección lo marca el diámetro de los tapones, puesto que es el producto obtenido del corcho con mayor valor añadido. Un tapón estándar tiene 24 mm, por lo que un grosor óptimo de corcho sería de unos 30 mm. La recolección del corcho no daña al árbol, ya que puede volver a producir una nueva capa, siendo un recurso renovable. El árbol se cultiva extensamente en EspañaPortugalArgeliaMarruecosFranciaItalia y Túnez. Los alcornocales cubren una superficie de 2,5 millones de hectáreas en estos países. Portugal tiene el 50 % de la producción mundial, y en este país la tala está prohibida excepto por gestión forestal o para árboles viejos e improductivos.

Viven entre 150 y 250 años aunque hay alcornoques datados de más de quinientos años como el "Bosco di San Pietro" en Caltagirone, Sicilia, Italia que se calcula que fue sembrado en el año 1400. El corcho bornizo es el que se obtiene en la primera recolección, que se hace cuando el árbol alcanza los 30-50 años de edad. A partir de entonces se puede recolectar cada 9-14 años. La recolección del corcho es completamente manual.

La industria europea del corcho produce 340 000 toneladas de corcho al año, por un valor de 250 millones de euros [cita requerida] (a un valor promedio de 70 céntimos de euro por kilo de corcho), y da empleo a 30 000 personas (con una excelente relación de un empleo creado por cada 7900 euros de corcho). Los tapones para vino representan un 15 % del uso del corcho en peso, pero representa un 80 % del negocio.


domingo, 28 de septiembre de 2008

Belleza salvaje

Soberbio Quercus suber

Ante un gran Quercus suber

Quercus suber encantado

El alcornoque (Quercus suber) es un árbol de porte medio, de hoja perenne, originario de Europa y del norte de África. Muy extendido antrópicamente por la explotación de su corteza de la que se obtiene el corcho. El alcornoque se conoce también en algunas comarcas, especialmente los ejemplares jóvenes, como chaparro o roble sobrero.
Viven entre 150 y 250 años aunque hay alcornoques datados de más de quinientos años como el "Bosco di San Pietro" en Caltagirone, Sicilia, Italia que se calcula que fue sembrado en el año 1400. El corcho bornizo es el que se obtiene en la primera recolección, que se hace cuando el árbol alcanza los 30-50 años de edad. A partir de entonces se puede recolectar cada 9-14 años. La recolección del corcho es completamente manual.


domingo, 17 de agosto de 2008

Vicente Gimeno ante un gran Quercus


Almedíjar - Pico Espadán

Nuestro punto de partida en la ruta de esta semana es desde la encantadora y hospitalaria población de Almedíjar, situada en la falda meridional de la Sierra de Espadán en la cuenca izquierda del río Palancia.
Nuestro recorrido va a ser el siguiente: Almedíjar - Barranco de Almanzor - Camí de la Serra - Collado de Torres - Pico de Espadán y regreso.
Limita al N con Algimia y Vall de Almonacid, al E con Aín y Azuébar, al S con Soneja y al O con Castellnovo.
Aparcamos nuestro vehículo a la entrada del pueblo y nos disponemos a cruzarlo para llegar al Barranco de Almanzor. Desconocíamos que Almedíjar estuviera en fiestas. Efectivamente, son las Fiestas Patronales en honor de la Divina Pastora y los Santos de la Piedra. Se celebra el 14 de Agosto con misas, procesiones, verbenas, vaquillas y toros embolados.
Las calles están adornadas con gallardets y hay muchos vecinos en la calle a los que les cuesta dar por finalizada la noche (son las 7:45 AM); cruzamos la Plaza de la Iglesia, y la del Ayuntamiento y pasamos por la Calle Acequia y Calle Barrio.

Pronto dejamos el pueblo y por pista cementada vemos una cuidada área recreativa a nuestra derecha (a la sombra de un buen pinar) y mas adelante una fuente, aljibe y el Pozo Casicas (1984) engalanado de blanco.

Las marcas de PR (blanca y amarilla) nos indican el recorrido correcto que pronto se adivina muy interesante por la variedad y la riqueza de la vida vegetal que nos rodea en el Barranco de Almanzor, tal parece como si estuviéramos en la selva. Las laderas de las montañas que podemos ver están vestidas de diferentes verdes y todo a nuestro alrededor es una eclosión de la Naturaleza.

Junto al camino que llevamos, a la derecha y escondido, como protegiéndose de los intrusos, nace una senda intuitiva y con perseverancia el compañero senderista recién incorporado a nuestras caminatas, Jorge Vidal, descubre el Castaño monumental, denominada también "La Castañera", y del que tanto habíamos oído hablar. Se trata de un magnífico ejemplar de casi 15 m de altura y una edad de unos 350 años. Es un árbol propio de climas mas frescos por lo que su presencia por estas latitudes evidencia la intervención del hombre así como ocurre también con los pequeños bosques de castaños del Barranco de la Juliana y en las proximidades del poblado abandonado de Xinquer.
Recuperados de la sorpresa e inmensa alegría retomamos nuestro camino de tierra y con cierta tristeza comprobamos como algunos postes de señalización están desmontados y/o descuidados, por lo que no cumplen con su función que es la de informar y orientar.
Señorean el paisaje unas sendas aéreas que nos acercan a los pies de los grandes quercus siempre acompañados por las adelfas del barranco y hermosos y crecidos helechos, cuando llegamos a la fuente Almanzor. Nuestra situación de umbría contrasta con la intensa luminosidad de las montañas en un día implacable de Agosto y con viento de poniente que hace que la temperatura al mediodía alcance los 40º C que nos obliga a hidratarnos con mas frecuencia.
Podemos ver las pedreras en la montaña como lenguas de sílice. Son auténticas calvas de vegetación, que contrastan con el paisaje y sus verdes tonalidades.
Alcanzamos el Camí de la Serra y nos desviamos hacia la izquierda y en ascenso por esta pista forestal (hay una flecha blanca pintada en la roca de enfrente) amplia, limpia y cómoda, pero poco o nada nos facilita nuestra subida hacia el Collado de Torres, en un día asfixiante y seco, al haber contadas sombras que nos cobijen. Aprovechamos un recodo del Camí, para descansar y tomar fruta, chocolatinas y líquidos varios.
El ascenso se hace pesado y agotador cuando ya vemos una bifurcación de la pista y mas ancha, con fita de piedras y nueva flecha blanca pintada en la roca junto al camino que nos indica la dirección a seguir (a la derecha y hacia arriba).
Vemos un águila por las montañas y nuevas pedreras distraen nuestra atención hasta que alcanzamos el Collado de Torres; nueva bifurcación de la pista, rechazando continuar recto pues nos llevaría hasta la Nevera de Algimia, así pues giramos a la derecha donde veremos un cartel que nos informa que estamos en una Microrreserva de Flora y por tanto lugar protegido por la ley.
La pista pronto cede su protagonismo a abruptos desniveles, plenos de raíces y rocas, que nos sirven de escalones naturales para ir progresivamente ganando altura hasta alcanzar la cumbre del Espadán, al final ayudándonos con las manos.
El Pico Espadán de 1.099 msnm, casi envuelto por grandes bloques de rodeno dispuestos caprichosa e irregularmente.
Ya habíamos estado en la cima pero de nuevo disfrutamos de las maravillosas panorámicas y como en un juego, vamos completando los nombres de los pueblos que alcanzamos a ver, así como sus castillos y montañas..., el Penyagolosa preside la escena.
Cuando decidimos descender lo hacemos con mucho cuidado pues el desnivel es pronunciado y al pasar por entre los dos pinos que flanquean la senda, vemos una fita de piedras que nos informa con una flecha de la pista (a la izquierda) por la que iremos descendiendo hasta el Collado de Torres y en la bifurcación de la pista tomaremos la de la izquierda, desde aquí, para continuar por el Camí de la Serra, hasta que a nuestra derecha, encontraremos una fita de piedras que nos encauzará por el Barranco de Almanzor y nos devolverá hasta Almedíjar.
En la fuente del merendero de los Pinos, nos refrescamos, nos cambiamos de ropa y aseamos para dirigirnos a la Posada de Almedíjar (antigua La Surera) cruzando de nuevo el pueblo. Vemos los preparativos de las fiestas y su ambiente.
En la Posada de Almedíjar nos esperaba una mesa para cuatro para degustar una comida tradicional y una repostería casera deliciosa, todo ello con cerveza, gaseosa y agua bien frías.
Ambiente familiar, buena cocina y a buen precio. Menú a 15€ por persona.
Una buena sobremesa en auténtico ambiente de camaradería ponen punto final a esta ruta tan encantadora como larga y dura.
Hemos escogido el día mas caluroso en años, según recuerdan los mas mayores...
Senderistas: Vicente Gimeno, Josep Vidal, Jorge Vidal y el autor.
Nota: Cuando accedemos al Camí de la Serra, vemos los helicópteros de Medi Ambient; por la tarde y ya en casa nos enteramos por las noticias de que se trata del incendio en Chóvar. Triste suceso. Caminatasalas8 le dedica un post al respecto.

domingo, 3 de agosto de 2008

Barranco del Alcornoque


Benitandús - Los Órganos de Benitandús - Horno de Cal - Embalse de Benitandús



Benitandús, es una aldea a 3 Km al NE de Alcudia de Veo, a cuyo término municipal pertenece y situada al pie de un elevado monte, enclavada en la Sierra de Espadán y situada geográficamente en la cola del Embalse de Benitandús o Embalse de Onda.



En el censo de habitantes del año 2001, tenía 2 habitantes. Actualmente su población es estacional.

Llegaremos tras recorrer en coche unos 8 Km desde Onda, por la CV-223, en dirección a Alcudia de Veo, pasado el cruce con Tales y a la izquierda de la carretera, entre chopos y eucaliptos que nos van anunciando de su proximidad.


Un estrecho puente, con barandilla metálica nos permite el acceso a un desolado y desvencijado claro que en su día fue la plaza del pueblo de Benitandús.


El edificio que destaca en esta plaza es la Iglesia de la Virgen de los Desamparados, frente al río y junto al cauce. En realidad lo único que queda en pie es su fachada, en mal estado de conservación, sin cubierta y que amenaza con derrumbarse, prácticamente en ruinas. En la parte superior vemos el campanario que llegaría a tener dos campanas (se observan los restos del yugo de una de ellas). Flanqueando la puerta principal, dos pilares de ladrillo y rematados con capiteles. La Iglesia es pequeña y de una sola nave.
Nos informa un vecino que los restos del cementerio se trasladaron al cementerio de Alcudia de Veo.

Como curiosidad, destacaremos, que este pequeño núcleo de población, tiene una única y larga calle, que sigue paralela a la margen derecha del río Veo hasta que se pierde en las proximidades del Embalse de Onda. Pasada la plaza, hacia el Embalse a nuestra izquierda y junto al río, vemos que mana una fuente y nos refrescamos en ella. Sus edificios de viviendas se encuentran dispuestos a la derecha de la calle y alineados (es la única disposición posible) ya que a la izquierda discurre el río.
Fiestas: El segundo domingo del mes de Mayo se celebra la fiesta de La Amparadora, recuerdo hace muchos años ya que se engalanaba Benitandús con gallardets y se tiraba traca. Era famosa la paella del día de la Amparadora.
Se hacía noche, con tiendas de campaña y se bañaba la gente en el río, era un día festivo, lúdico y con mucha convocatoria por parte de todos los pueblos del alrededor, tanto grupos de jóvenes como de mayores y era bastante difícil encontrar un hueco para cocinar la paella ese día tan festivo.
Hoy en día se celebra únicamente por los pocos propietarios de Benitandús seguidos de otros vecinos y amigos muy próximos, que con buen criterio continúan con una tradición tan bonita como sana.


Hemos podido observar que en los últimos años se han reformado algunas de sus casas, otras permanecen cerradas, algunas abandonadas... y todas ellas, conviven, junto con algún proyecto de construcción de viviendas adosadas.
Rodeado Benitandús de un entorno natural privilegiado que nos sorprende y que vamos a conocer en esta ruta.
Ya visitado Benitandús, cruzamos el puente conocido y salimos a la carretera, veremos marcas de sendero PR (Pequeño Recorrido, color amarillo y blanco) y por el arcén izquierdo, en dirección a Tales, a unos 300 m, a nuestra izquierda y hacia arriba, veremos nuestra senda pedregosa con marcas de PR en su inicio.
Comienza una dura ascensión tan de mañana..., las vistas del Embalse de Benitandús con el Sol iluminando y reflejando desde el Este, son magníficas. La senda se bifurca ante un poste de madera con flecha direccional. Si continuamos la senda nos llevará a Sueras (nuestra próxima ruta) y si nos desviamos por la nueva senda hacia la izquierda y arriba nos llevará hacia los Órganos de Benitandús.


Así lo hacemos y continuamos ascendiendo en una dura y empinada marcha que nos obliga a emplearnos a fondo, menos mal que la frondosidad de los alcornoques y pinos, nos dan sombra y cobijan de los duros rayos del Sol, en esta mañana implacable de verano. Pero cuando alcanzamos los 727 msnm, ya no hay sombra que nos cobije y a pleno Sol recorremos los Órganos de Benitandús, al borde del precipicio y disfrutando de unas magníficas vistas, en primer lugar de los riscos rojizos que a pleno Sol se nos descubren mas intensos, si cabe, desde estas alturas.


Efectivamente, es un impresionante paraje geológico con curiosas formaciones rocosas, creadas por la erosión de las aguas y se les denomina así porque sus picachos paralelos se asemejan a los tubos de un órgano.
Podemos ver: Onda y su actividad industrial..., Castillo de Onda, Tales, Embalse de Benitandús y Benitandús (a nuestros pies), el Espadán, la Rápita..., estamos abrumados por el verde paisaje de las montañas que nos rodean como fondo en esta maravilla que ha esculpido la Naturaleza en las rocas.

Remontamos la senda, alejándonos de los Órganos y volvemos a entrar en zona de alcornoques (algunos de considerable porte). Ya en la umbría, decidimos tomar algo de nuestras mochilas y descansar un poco. Con fuerzas renovadas continuamos por la senda ascendente y podemos ir viendo algunas trincheras y placas de corcho de la última "Saca del Suro" que ha dejado al descubierto el rojizo de los Quercus. Un corral abandonado a nuestra derecha y el pino de "tres forques" (tres troncos nacen de un solo pino) nos saludan a nuestro paso, antes de alcanzar una larga trinchera junto a la senda.
Alcanzamos a ver "Las Dos Tetas" desde nuestra posición, así como la Rápita y un cruce de sendas, junto a un Horno de Cal o Calera, decidiendo no prolongar mas esta ruta de hoy. Iremos explorando estas sendas en sucesivas caminatas.
Este Horno de Cal, es un auténtico e importante hallazgo.
Observamos sus ruinas y vemos que corresponde a una construcción tradicional, de fábrica o planta circular, cerrado con bóveda (derrumbada). Dentro del horno se amontonaban piedras calcáreas (depósitos sedimentarios de carbonato cálcico), popularmente llamadas caliches, del latín: calx, cal y usando leña como combustible, durante 10 ó 12 días, se calcinaban estas rocas calizas alcanzando unas temperaturas entre 900 y 1200º C.
Sometido el material a estas condiciones, se produce una reacción química, pues el carbonato es inestable y pierde una molécula de óxido de carbono. Éste reacciona violentamente con el agua, haciendo que alcance el agua, con su contacto directo, temperaturas de 90º, por eso si entra en contacto con seres vivos, deshidrata sus tejidos (ya que éstos están formados por agua).
Hay, inmediatamente una nueva reacción química, al entrar en contacto con el aire, que hace que la masa se endurezca. La cal forma, así, una parte importante, en las formulaciones de mortero, especialmente a la hora de enlucir paredes.
Un vecino nos informa que la mayoría de los bancales de esta zona están hechos con mortero fabricado con la cal preparada en este Horno del término municipal de Alcudia de Veo.
La cal se ha usado desde la mas remota antigüedad de conglomerante en la construcción (llamado mortero) y como revestimiento para pintar, encalar, muros y fachadas de los edificios, así hemos podido constatar que nuestros mas bellos pueblos se engalanan, encalando sus fachadas. Encontramos otras utilidades en la depuración de aguas o en la prevención de plagas en el cultivo de la vid.
Regresamos por la senda que nos había llevado hasta el Horno de Cal, en progresivo descenso, primero entre grandes rocas que nos flanquean a nuestro paso bien dirigido por las fitas de piedra que abundan en este descenso, para continuar en vertiginosa bajada con muchas piedras sueltas y que nos llevará al Barranco del Alcornocal en la Partida del mismo nombre, donde encontramos, unas construcciones junto a una alberca de riego y Fuente del Alcornocal, que nos refresca.
Continuamos por la senda de la derecha y vemos unos cipreses antes de alcanzar la carretera y por el arcén izquierdo y hacia Tales muy pronto en una suave curva ya se ve Benitandús, por lo que hemos completado una ruta circular.
Cuando alcanzamos Benitandús, nos adentramos lo que podemos hacia el Embalse, junto al cauce del río y con tristeza observamos la suciedad en el entorno, propio de algunos seres incívicos que no utilizan las papeleras.
Deberían conocer que la valiosa vegetación que cubre estas montañas ha hecho que la Consellería de Medi Ambient, la proteja con la figura de Microrreserva de Flora (por cierto, no hay ni una sola indicación ni información al respecto). Efectivamente, a lo anterior hay que añadir que hay ejemplares de gran porte, entre los que encontraremos alcornoques, carrascas y pinos, así como algunos ejemplares de castaños aislados en su vertiente de umbría.
Como quiera que ya no podemos avanzar mas decidimos regresar al coche y por la carretera dirección a Tales y en un pequeño claro a la derecha podemos aparcar.
Tranquilamente se puede observar el Embalse de Benitandús (332 msnm) y además existe un pequeño camino por debajo que nos llevará hasta el mismo nivel de las aguas lo que hará que terminemos de disfrutar de unas magníficas estampas paisajísticas, de la importancia de su enclave y del maravilloso entorno natural que hemos saboreado hasta el final.
Senderistas: Vicente Gimeno, Jorge Vidal y el autor.