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sábado, 30 de agosto de 2025

Al Castillo de Montornés por el acceso sur

 


¡Aventura en Benicàssim! 

Hoy nos hemos lanzado a explorar el Castillo de Montornés (una joya histórica en las montañas de Benicàssim), y hemos subido por el acceso sur del recinto exterior, una ruta menos convencional pero llena de encanto. El camino es un desafío con senderos empinados, pero compensa con creces por las vistas al mar Mediterráneo brillando a lo lejos y las impresionantes vistas al Parque Natural del Desierto de las Palmas extendiéndose como un oasis verde; somos testigos de un contraste perfecto entre mar y montaña.

A medida que subimos, el paisaje se transforma. Vamos descubriendo antiguas murallas y restos del castillo. Es fascinante imaginar su historia como fortaleza musulmana y cristiana. El acceso sur nos lleva directamente al corazón del recinto. 

¡Naturaleza e Historia! 

Ruta no homologada, levógira y circular, que sigue la directriz N-NE-SO-S, y que tiene todo su recorrido dentro de los límites del término municipal de Benicasim.

El castillo responde al esquema tradicional, con tres recintos consecutivos, limitados por las murallas. Del recinto exterior solo se conservan unos lienzos en los lados oriental y meridional del recinto, con algún arranque de torre y almenas en los muros de levante. Hacia el sur se ensancha el recinto, conteniendo un aljibe. El segundo recinto se encuentra en su totalidad derruido, restando únicamente los cimientos de una muralla, en la misma piedra caliza gris del recinto externo. Finalmente, el recinto interior, situado en la cota más alta, conserva unos lienzos dispuestos en ángulo recto correspondientes a los lados norte, levante y sur, de piedra gris caliza mezclada con rodeno, lo que hace suponer un conjunto cuadrado con función de patio de armas.

Las primeras noticias que tenemos de este castillo son del año 1094. El Cid Campeador merodea por estos lugares según certifica el Cantar:

"Myo Cid gañó a Xérica e a Onda e Almenar tierras de Borriana todas conquistas las ha".

Pero el Cid muere en 1099 y entonces Montornés vuelve de nuevo al poder de los árabes. La gloria de la conquista definitiva corresponderá a Jaime I, que en 1242 hace entrega del señorío de Montornés a Pedro Sanz.

De 1307 a 1313 parece probable que el castillo está en manos de la Orden de los Templarios, así como las fortalezas de Peñíscola, Burriana y Miravet.
Historia del Desierto de las Palmas.
Vicente Mª Blat.

Ruta senderista y cultural muy recomendable.




sábado, 17 de abril de 2021

El Camino del Agua en Vall de Almonacid




Ruta no homologada.

Ruta circular y dextrógira, con dirección de marcha O-NO-N-NE-SE-SO, que tiene su recorrido por los términos de Vall de Almonacid y brevemente por el de Algimia de Almonacid (Forniche) para continuar y terminar la ruta completa, por el término de Vall de Almonacid.

Partimos desde el Aljibe de la Casa Abadía, en dirección a la Fuente el Lentisco, Anchoy, Fuente Macián, Macacil, El Marchante, Fuente Forniche, El Marchante, Azud y Fuente de los Curas, Fuente Larga, Balsa de la Huerta Mayor, Lavadero, Fuente de La Rodana y El Caño.

El agua es un elemento esencial y está unida a la vida y sin ella - la vida - no es posible. Desde tiempos inmemoriales los pueblos han aguzado el ingenio para buscarla, obtenerla, dominarla y aprovecharse de ella con sabiduría y respeto.

Es el saber de nuestros mayores en el uso y aprovechamiento del agua. 

Hay un conjunto de bienes que aglutinan el Patrimonio Hidráulico, denominadas infraestructuras de riego y construcciones hidráulicas.

Río -> Azud -> Acequia mayor -> Acequias menores -> Hijuelas -> Tierra

Es un Patrimonio tan histórico como variado en su riqueza. Su desarrollo e intensificación lo encontramos en la época musulmana, y más tarde y tras la Conquista y Repoblación, se establece una estrategia de ocupación.

Hacemos una breve (aplicada a esta ruta) reseña:

Acequias, Fuentes, Manantiales, Canales y Acueductos, como elementos de abastecimiento y conducción del agua.

Azudes, Acequias menores y Presas, como derivación del agua.

Embalses, Balsas y Albercas de riego, como elementos de acumulación del agua.

Aljibe, como abastecimiento de agua potable.

Lavadero y Abrevadero como elemento del uso del agua. 

Cultura tradicional en Vall de Almonacid; conocer, para cuidar y proteger el Patrimonio Cultural del Agua (Unesco) que es el Patrimonio de un pueblo.

Nuestro agradecimiento a Rafa Capilla (especialmente) y Salvador Estall, que nos acompañaron por Anchoy y nos mostraron el trabajo y esfuerzo que están realizando para recuperar elementos tan importantes como: el Acueducto de Anchoy, su antigua Acequia (después de unos 45 años en desuso) Balsa, Azud y Fuente de Anchoy.

Ruta muy recomendable: etnológica, histórica, paisajística y cultural.


domingo, 21 de diciembre de 2008

Aljibe

 El aljibe es un depósito de agua artificioso (construido con la técnica de la piedra seca)  y constituido por una balsa enterrada y coronada por una especie de cabina. Tiene dos orificios: uno para la entrada del agua desde el exterior y sobre la roca y el otro lo suficientemente grande y accesible para que una persona pueda acercarse a recoger el agua del interior.

Del Collado del Portillo al Pico del Águila

Desde Onda, a unos 65 km, por la CV-20, A-23 y CV-2170, al llegar a la rotonda de entrada a Geldo, giraremos por la misma hacia la izquierda para buscar el Camino de Cabrera, que pasa por debajo del puente de la vía férrea y transcurridos unos 6 Km, en adelante, llegaremos al Collado del Portillo o Cuatro Caminos (434 msnm), que es el punto de partida de la ruta lineal de esta semana. En un pequeño claro junto a la Laguna del Portillo podemos dejar el vehículo.

Aquí nos quedamos en una ruta anterior (Soneja- Cuatro Caminos - Olivera Morruda de Segorbe) y desde aquí completaremos, en una nueva etapa,  un largo recorrido lineal, hasta alcanzar la cumbre del Pico del Águila (878 msnm) de la Sierra Calderona en Gátova.

Un poste de madera con flechas direccionales, casi imperceptibles, nos informan de nuestra dirección a seguir: "Corral del Gordo". Así pues desde esta encrucijada partimos en suave ascenso por un camino que están limpiando de ramas y brozas (dejando atrás y a nuestras espaldas la Laguna del Portillo) camino parcialmente parcheado y que poco a poco nos va introduciendo en el horizonte, con siluetas de pinos y vegetación, flanqueando nuestro paso. El polvoriento camino nos acerca a las proximidades del Corral del Gordo, en realidad este antiguo e histórico camino de Gátova a Soneja se denomina Camino de Santa Lucía (como me vino a informar un cazador gatovero).

Cruzamos de E a W, el Camino de la Hoya (que baja hasta El Plano)  y pronto encontraremos un nuevo poste de madera con señal de ubicación y flechas direccionales que nos informan de nuestra posición en el Corral del Gordo.

Hasta no hace muchos años, los pastores que bajaban de Aragón alquilaban estos terrenos para pastos y refugiaban a sus ovejas en este importante corral durante 3 ó 4 meses en época de invierno y para el día de la Santa Cruz (a principios de Mayo, el día 3) regresaban para Teruel. El tamaño del corral así como sus construcciones anexas nos informan de su importancia, efectivamente, numerosas cabezas de ganado se pueden cobijar en él. Hoy se encuentra en ruinas y abandonado a su suerte. 
Sólo el silencio del olvido habita en el Corral del Gordo (550 msnm).

Con cierta tristeza dejamos atrás el corral y muy cerca observaremos un camino de herradura con marcas del GR (blanco y amarillo) que nos acompañarán en nuestra ruta, a veces junto a fitas de piedras y otras, con señales de pintura en los troncos de los pinos.
Nos dirigimos en dirección a Gátova (Valencia).

Hemos tenido la suerte de tropezarnos con un sapo junto a unos arbustos y en zona rocosa. Es apropiado y oportuno informar que el sapo común (Bufo bufo) representa un elemento más de los ricos ecosistemas que aún nos rodean. Desgraciadamente y a pesar de que lleva su existencia sin molestar a nadie, se le han atribuido, desde siempre, leyendas de magia negra, demonismo y brujería que carecen de fundamento. Al contrario, el sapo común, es un animal beneficioso y su importancia para la agricultura es muy grande debido a la gran cantidad de invertebrados que ingiere.
Dejamos atrás, ya escondido, y fuera del peligro del camino a esta criatura.

Caminamos por monte bajo y pedregoso - dirección SW - y la vegetación arbustiva está por doquier. Las amarillas aliagas o aulagas  (Genista scorpius L.) salpican, a nuestro paso, el verde del paisaje cuando vemos el Lomo Gordo (702 msnm) y comprendemos, en seguida, el origen de su nombre. Detrás y oculto se encuentra el Pico del Águila. Esta senda bordea el Lomo Gordo en una caminata tan soberbia como amable y que se va estirando cada vez más.

A nuestra derecha nos encontramos con un poste de ubicación con señales del PR que nos informa de que estamos en Lomo Gordo y enfrente nos encontramos con una sorpresa en forma de aljibe adornado y casi rodeado por vegetación. Peñascona (704 msnm)  se queda a la derecha mientras continuamos por nuestro camino de herradura cada vez mas pedregoso y empinado (las señales del PRV-63.9 son frecuentes bien en forma de postes, señales de pintura en rocas y troncos de pinos así como en estanquillas, en la practica totalidad del recorrido). 

Aprovechamos un momento de calma y el viento nos deja descansar para tomar algo de nuestras mochilas (como siempre fruta y chocolatinas) pero hoy como estamos próximos a la Navidad, nos tomamos unos deliciosos polvorones.

Vamos ascendiendo y delante de nosotros ya podemos ver un gran mojón de obra, con señales del GR y que nos informa de los límites de los términos de Segorbe y Gátova. Hemos llegado al Collado del Portillo o Águila (780 msnm).
Nos asomamos a este balcón natural para saludar a la población de Gátova (que forma parte del Parque Natural de la Sierra Calderona) y veremos el sendero del GR10 que nos llevaría hacia Gátova y desde aquí hasta Lisboa. Junto al mojón se encuentra un poste de madera (roto) con flechas direccionales que nos informan en esta encrucijada de caminos.

Desde este mismo punto nace un camino cementado que nos conducirá serpenteando pero sin pérdida al Pico del Águila (878 msnm) que desde aquí se divisa recortado en el horizonte mas próximo (nosotros optamos por un sendero que casi en línea recta acorta este trecho, y que tomamos, también, para nuestro regreso).
En cualquier caso este último tramo asciende con importante desnivel que se acusa aún más por el cansancio que ya sentimos. 

Un esfuerzo más y ya estamos en la cumbre.

Nos reciben el vértice geodésico 66806 - Águila y la caseta de la Red de Observatorios Forestales de la Generalitat Valenciana, Pico del Águila, emplazados geográficamente en el término municipal de Gátova. 

Una visita por la cima nos permite ir disfrutando del maravilloso paisaje en este frío y oscuro día de invierno en el que el viento sopla con fuerza. Hacia el N vemos Segorbe. Nos vamos desplazando hacia el SW y descubrimos, también, un bonito refugio así como un mirador y merendero (Gátova a nuestros pies, 577 msnm), hacia el SE se distinguen Montemayor (892 msnm) y Peñas Blancas (839 msnm).

Cuando hemos terminado de saborear la cumbre y la magnífica panorámica de su entorno, regresamos sobre nuestros pasos hasta el Collado del Portillo o Cuatro Caminos, dando por finalizada esta bella ruta lineal y montañera.

Senderistas: Vicente Gimeno y el autor.
 

domingo, 31 de agosto de 2008

Aljibe del tío Carregui

Al Pico Espadán desde Aín por la Ibola

La descripción de esta ruta lineal es la siguiente:

Aín - Barranc de la Caritat - Molí de l´Arc - La Bassa del Mig - Collado de la Ibola - Aljibe del tío Carregui - Pico Espadán - Aín

De nuevo salimos desde la hospitalaria y pintoresca población de Aín, tan querida para nosotros como entrañable. Nuestros pasos van en dirección al Calvario y a los pies del mismo nos encontramos con postes de madera y flechas direccionales, que nos informarán de varias y maravillosas rutas por la Sierra de Espadán que les ilusionarán si se aventuran en ellas.

Pasamos junto a las piscinas municipales (vacías por las horas tan tempranas pero que a nuestro regreso ya tienen el bullicio que se espera de un día caluroso y festivo en Aín).

Nos encontramos, una vez más, en el Barranc de la Caritat. Tan conocido y fascinante pero que siempre nos sorprende. Pasamos bajo un Puente-Acueducto que forma parte de la arquitectura del agua de Aín y el Molí de L´Arc (restaurado), que fue un antiguo molino de harina, junto a una gran balsa o alberca de riego (la Bassa del Mig).

Ya divisamos el Castillo de Aín, encrespado en un monte de forma cónica, y de origen árabe, debe su mayor importancia histórica al hecho de haber sido uno de los principales núcleos de los moriscos de la zona durante su rebelión en el siglo XVI y nos sirve de referencia por estos lares.

Actualmente sólo son observables algunos restos, tales como lienzos de murallas, parte de la torre del homenaje y algunos basamentos de construcciones auxiliares.

Hoy en día su estado es de ruina pero se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Consellería de Cultura, http://www.cult.gva.es/.

El plácido paseo se termina cuando dejamos atrás la Bassa del Mig y se inicia una dura y prolongada subida hasta el Collado de la Ibola. Llegamos a la carretera de Aín-Almedíjar y podemos ver las franjas del SL y PR (franjas de pintura blancas, verdes y amarillas). Cruzamos con precaución la carretera, pues hay un cambio de rasante, para llegar al Camí de la Serra que si continuamos por él nos llevará hacia arriba al Collado de Torres (desvío a la derecha al Pico de Espadán) a la izquierda Fuente de la Parra, Barranco de Aguas Negras y Malo, pero si no nos desviamos a la izquierda y seguimos recto hasta la Cueva del Estuco y Nevera de Algimia.

A nuestra izquierda y hacia abajo se encuentra la Rambla de Almedíjar o Barranco de Almanzor y como si de una columna vertebral se tratara vemos la escarpada y abrupta cresta del pico de Espadán. Así pues, en esta ruta vamos a atravesar a lo largo, la vertiente del pico orientada al Sur y que a modo de balcón nos permitiría asomarnos al Camí de la Serra y al Barranco de Almanzor.

Nada mas cruzar la carretera nos orientamos y observamos enseguida unas franjas de pintura blanca, amarilla y verde, en la ladera de la montaña, que nos invitan a ascender como a una ola de tierra que deriva en una senda muy bien señalizada y con gusto, por cierto, ya que por los bien definidos trazos y las tonalidades de la pintura se adivinan recientes. Son como pequeños arco iris en las rocas, así parecen.

A medida que vamos ascendiendo somos conscientes de las preciosas vistas que se nos brindan, pues vemos la Peña Blanca, el Cerro Gordo, el Puntal de l´Aljub, el Ben-alí y el pico Batalla (en dirección a Eslida).

Llegaremos al Aljibe del tío Carregui, que se encuentra en buen estado de conservación al haber sido remozado y vemos dos senderos decorados con teja árabe: uno al frente y otro mas a su izquierda.

El sendero de enfrente viene desde la carretera de Alcudia de Veo-Aín (Corba del Picaio) en el barranco del Barandí y que sube a la Peña Pastora y Gurugú (1.014 msnm) y que rechazamos para coger el de la izquierda.

Muy pronto y acompañados de carrascas estamos cruzando las pedreras (son fragmentos de rocas que se acumulan en las laderas de la Sierra dando lugar a depósitos conocidos como pedrizas, pedreras o canchales). Desde la cercanía no se tiene perspectiva de lo grandes que pueden ser, pues son como lenguas silíceas, sueltas y permeables, en las laderas de las montañas. Las piedras que las conforman son móviles y avanzan, obviamente por el acusado desnivel de la vertiente en la que se encuentran; actúan de cortafuegos naturales evitando el paso del fuego y algunas incluso sirven de cauce para las aguas que caen de la lluvia. Son calvas de la vegetación, como me gusta decir.

Se originan las pedreras por lo procesos erosivos que sufren las cornisas de las vertientes montañosas en las que se encuentran siendo el factor que las propicia el de la meteorización o fragmentación de la roca por causas mecánicas como es la gelifracción (la congelación del agua en las grietas de la roca hace que se fracture en trozos por los extremos térmicos entre el día y la noche).

Nuestro paso por ellas es sencillamente emocionante y de una gran belleza, pues cruzamos muchas pedreras en el sentido literal de la palabra, grandes pedreras que nos empequeñecen y abruman por su naturaleza tan salvaje como plástica; pedreras en la vertiente de la montaña que continúan a partir de la senda que las corta y se pierden a nuestros pies.

Fascinante paisaje el de las pedreras. Salgan ahí afuera y disfruten de ellas en la montaña.

Se ven algunas casetas de campo derrumbadas e invadidas por la vegetación, como testigos de un antiguo oficio por esta zona, el carboneo.

La senda bien señalizada nos lleva cerca de unas viñas viejas y silvestres que junto a las pedreras se encuentran haciendo compañía a unas moras silvestres.

Bien señalizada no significa que no sea dura, pues nos ha sorprendido esta ruta por su dureza y prolongación en la montaña. Remontamos por una elevada y abrupta pendiente hasta que la presencia de unos riscos ya nos anuncian la cumbre del pico de Espadán (1.099 msnm).

Una vez más oteamos el horizonte a los cuatro puntos cardinales y la belleza de nuestro entorno se suma a nuestra alegría al haber alcanzado nuestro objetivo, ya bien conocido. Esta vez, sí podemos ver la masía Mosquera pues el cielo está despejado y claro como el agua cristalina.

Regresamos sobre nuestros propios pasos ya por continua y progresiva pendiente hasta el Collado de la Ibola, cruzaremos la carretera y dirigiéndonos hacia el Barranc de la Caritat, visitamos el Calvario y entramos en Aín. Bebemos agua de la fuente de San Ambrosio, y disfrutamos en la zona recreativa de su entorno, para continuar paseando por las calles de Aín y nos acercamos hasta el bar de la plaza del pueblo (abarrotada de gente pues son las fiestas de La Virgen de Agosto) para tomar un refresco servido muy frío, como merecido premio, y que pone punto y final a esta ruta lineal tan dura y exigente.

Senderistas: Jorge Vidal y el autor.

domingo, 14 de octubre de 2007

Aljibe

Ante el aljibe del Castillo del Buey Negro.